“ME EXIGÍAN QUE RENUNCIARA A MI NACIONALIDAD”
La Ley de Pensiones permitía que los extranjeros retiraran sus ahorros de pensión al dejar el país. Los nacionales debían renunciar a su nacionalidad para poder hacer lo mismo.
“Cuando estaba en El Salvador y estaba joven no me importaba pero ahora me importa mucho mi pensión para la vejez”.
Cientos de compatriotas que viven en el exterior han debido renunciar a su nacionalidad salvadoreña para poder retirar el dinero de su cuenta de ahorro individual, bajo administración de las administradoras de fondos de pensión (AFP).
Muchos otros se negaban a hacerlo, y debían esperar a cumplir la edad de jubilación —55 años para las mujeres, y 60 para los hombres— para poder solicitar una devolución de saldos.
Juan P. es uno de estos casos. Residente en Estados Unidos, donde vive desde hace 6 años, se debatía entre esperar a escalar al estatus de ciudadano estadounidense para poder hacer el trámite que le permitiera retirar sus ahorros de la AFP. Le molestaba, dice, el requisito de renunciar a la nacionalidad.
“Primero, era mi dinero, y cuando me dijeron que tenía que renunciar a la nacional me sentí bien molesto, porque sentía que me estaban exigiendo todo. ¿Qué es lo que yo tengo como salvadoreño? Lo más preciado que tengo a parte de mi vida es mi ciudadanía, es lo que me hace ser. Que me hicieran renunciar a mi estatus de ciudadano era demasiado para mí”, aseguró.
Agregó que también le molestó enterarse de la forma en la que se invertían los fondos de pensión, de una buena parte está colocada en papeles del Estado, y le molestó darse cuenta de la baja rentabilidad que recibía por su dinero.
“Yo veía que los años pasaban y la cuenta de la AFP no generaba ningún tipo de beneficio, no generaba intereses. En los seis años que tengo afuera he ganado prácticamente nada, he ganado bien poco de intereses”, indicó.
Su plan era poder sacar el dinero e invertirlo en Estados Unidos, donde incluso las cuentas de ahorro para pensión ganan mejores tasas de interés. Ahora espera que se operativice la reforma a la ley, para poder hacerlo.
“Cuando me dijeron que ya puedo sacarlo me sentí contento, porque no tenía que renunciar a mi ciudadanía, sin tanta traba espero que me den mi dinero, que es mío, para que pueda ponerlo a trabajar en Estados Unidos y tener una mejor vejez”, aseguró. “Esto es algo muy importante para mí, mi pensión. Cuando estaba en El Salvador y estaba joven no me importaba pero ahora me importa mucho.
Solo estoy esperando que me digan cuál es el procedimiento, para sacarlo”, indicó.
Cerca de 3 millones de salvadoreños viven fuera de El Salvador, y aunque no hay datos exactos de cuántos de estos cotizaron alguna vez a una AFP, este es un tema que ha sido bien recibido por la comunidad en el exterior. Los fondos de pensiones son la mayor figura de ahorro en El Salvador. Con casi $12,000 millones, están compuestos por las cuentas de 2.2 millones de salvadoreños que en algún momento se afiliaron y cotizaron a una AFP.
Sin embargo, la cantidad de cotizantes activos es mucho menor, y oscila entre los 600,000 y 700,000, con variaciones cada mes, que son quienes cuentan con trabajos en el sector formal.