DESIGUALDAD: EL VIRUS Y LA CONTENCIÓN NO GOLPEAN IGUAL A TODOS
La CEPAL recordó que las medidas de contención impactaron más a la población más pobre, y evidenció deficiencias preexistentes.
América Latina es una de las regiones mayormente afectadas por el covid-19, y aún no se vislumbra que la crisis esté por finalizar, recordó la CEPAL. Además, no se puede hablar de recuperación económica mientras no se controle la crisis sanitaria.
Por otra parte, las medidas de cuarentena y confinamiento han puesto de relieve importantes brechas preexistentes, señaló.
Dichas medidas han afectado de forma desproporcionada a los sectores más pobres de las zonas rurales o urbanas, que necesitan salir de sus casas para obtener ingresos, como las trabajadoras domésticas remuneradas, que viven en asentamientos informales, hacinados y en zonas de mayor densidad de población, o que simplemente viven en las calles.
Otro gran problema en América Latina y el Caribe es la gran parte de la población que vive en la informalidad y que, en consecuencia, no tiene acceso a la seguridad social, lo que incluye servicios de salud.
A consecuencia de la pandemia, además, los hijos de las familias más pobres se podrían ver forzados a ingresar al mercado de trabajo. Esto aumentaría la tasa de trabajo infantil hasta situarla en un 7.3 % de los niños de 5 a 17 años, lo que representa unos 10.5 millones de niños, detalló la CEPAL en su informe. Además, la carga de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado de las niñas y las adolescentes podría crecer.
“Es momento de velar por la salud y el bienestar de todas las personas de América Latina y el Caribe, y de preocuparse, en especial, por la población más vulnerable”, insistió la CEPAL.
“Las medidas de cuarentena y confinamiento han puesto de relieve importantes brechas preexistentes”.