AYUDA ALIMENTARIA DE GOBIERNO NO SUPLIÓ NECESIDADES DE FAMILIA
El paquete de alimentos que recibió la familia Castro solo le duró una semana. Intentan sobrevivir con $80.00 al mes.
Gabriela, Paola y Karla (de 9, 5 y 2 años, respectivamente) son hermanas que viven en una humilde vivienda en Cuscatancingo, con su madre Elizabeth Castro, quien es la única cuidadora y proveedora en el hogar.
Elizabeth se dedicaba a la cosmetología a domicilio, pero por la pandemia ya no pudo conseguir clientes. Esto la obligó a trabajar por horas en una pupusería, donde le pagan $20.00 a la semana, haciendo un total de $80.00 al mes, con lo que compra los alimentos para sus tres hijas. Su hermano le ayuda a pagar los recibos de la casa donde habitan y según afirmó, no tiene propietario y por eso no paga renta.
Sostuvo que recibió un paquete de alimentos de parte del gobierno, pero sólo le duró una semana, por lo que un amigo publicó su caso en redes sociales y una persona le envió víveres, lo cual también ya se terminaron. “A veces que no tenemos para comer, cocino arroz y compro sardinas enlatadas, porque no me alcanza para comprar pollo o pescado. A las niñas les gustan las frutas, pero sólo les puedo comprar cuando tengo dinero”, sostuvo.
“Los $5.00 que me pagan diario en la pupusería me alcanza para un tiempo de comida, por eso a veces no tenemos que comer. Lo que necesito es un trabajo que me ayude por lo menos para comprar alimentos para las niñas”.
Sus hijas estudian en una escuela pública, pero desde que suspendieron las clases, su madre les enseña en casa y planea llevar los cuadernos a los maestros para que verifiquen que han seguido estudiando, porque tampoco tienen acceso a internet para hacerlo de forma virtual.
La joven afronta sola la responsabilidad del hogar desde que denunció a su ex pareja por violencia, por lo que decretaron medidas cautelares para ella y sus hijas. Esto ocasionó que el padre no pague la cuota alimenticia.