La Prensa Grafica

LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

- Rutilio Silvestri

Los católicos estamos de fiesta porque el 1º de noviembre se celebra a Todos los Santos. Celebrar el día de muertos es una tradición de nuestra patria, y es bueno que como cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. Pero ¿por qué celebrar la fiesta de Todos los Santos? ¿Quiénes son los santos?

Todas las personas han venido a la vida, porque Dios lo ha querido. Las personas no vienen a la vida por la voluntad de sus padres, sino porque Dios lo quiere: les da el don de la vida en el momento de la fecundació­n de la madre y en ese instante les infunde un alma espiritual e inmortal.

Pero el Señor crea esas personas para ir al Cielo, para darles el premio de la Vida Eterna. Pero Dios no es un tirano, nos ha creado libres y cuenta con nuestra libertad libre y responsabl­e para que nos ganemos el Cielo. Para eso nos ha dado una ley natural y otra Eterna, que nos guía a lo largo de nuestro paso por la tierra.

Además –como es un Padre Amantísimo– nos va dando las gracias necesarias para que caminemos a lo largo de nuestra vida, por el camino correcto que nos llevará al Cielo.

Por lo tanto, los santos no son personas diferentes de nosotros. En todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos; hay santos y hay santas; unos flaquitos, otros gordos; unos muy inteligent­es, otros muy sencillos; algunos han nacido muy ricos, otros fueron muy pobres; unos son blancos, otros negros; unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraro­n con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndol­o.

Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos en nuestra situación concreta en que Él nos ha colocado en el mundo. Por eso la Iglesia Universal nos insiste que todos podemos de cada uno.

Para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo. No basta con que Dios lo quiera, nosotros tenemos que poner lo que está de nuestra parte para conseguirl­o.

Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como Él, hacer el bien como Él, amar como Él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS, y estar, por tanto, dispuestos a seguir sus huellas a lo largo de nuestra vida: caminar por donde Él camina, evitar lo que a Él le molestaría, hacer todas las cosas, como Él las haría.

Vamos a suplicarle a Santa María, Su Madre y nuestra Madre, que nos consiga de Su Hijo la gracia de estar siempre dispuestos a hacer Su voluntad, a costa de lo que sea: cuando no nos cueste o cuando nos cueste mucho, pensando en lo que a Jesús le costó su Sagrada Pasión y que todo eso lo hizo para que pudiésemos ir a gozar de Su Gloria para toda la eternidad, en compañía de la Virgen y de todos los santos.

Dios nos quiere santos en nuestra situación concreta en que Él nos ha colocado en el mundo.

ser santos según las circunstan­cias

 ?? COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA ??
COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador