Economía salvadoreña habría caído ya en recesión
Analistas coinciden en que el PIB del tercer trimestre habría caído, al menos, 7 %, lo que significaría que El Salvador está en recesión económica. BCR dará los datos hasta finales de diciembre.
Aunque los datos oficiales del Banco Central de Reserva (BCR) sobre el comportamiento que tuvo el Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre del año (correspondiente entre julio a septiembre) se conocerán hasta finales de diciembre, diversos analistas estiman que habría sido negativo, por lo que la economía salvadoreña está en recesión.
Una recesión es un decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de tiempo. Oficialmente se considera que existe recesión cuando la tasa de variación del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos. Popularmente se conocía como periodo de “vacas flacas”.
Estos ciclos económicos suelen conllevar una disminución del consumo, de la inversión y de la producción de bienes y servicios. Lo cual provoca, a su vez, que se despidan trabajadores y, por tanto, aumente el desempleo.
Si bien no se cuenta con toda la información sobre el desempeño de la actividad productiva del país, los expertos señalan que hay varias herramientas que permiten hacer este diagnóstico.
Por ejemplo, el consumo de energía eléctrica del país entre abril a junio tuvo una caída promedio del 18 %, pero entre julio y septiembre mejoró y la reducción promedio fue de un 7 %.
Waldo Jiménez, director de asuntos económicos y sociales de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), señala que estas caídas en el consumo son muy similares a los resultados de la contracción del PIB (del 19.3 %) en el segundo trimestre del año.
Por ello, Jiménez proyecta que en el tercer trimestre, la economía salvadoreña “habría tenido una caída del 7 %”.
Otros indicadores que hacen pensar que ya se está en recesión es que, a junio, la Formación Bruta de Capital de Trabajo, (que es la inversión privada local), cayó en junio un 38 % con respecto al año pasado y el consumo privado bajó 15 %.
En junio, la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN) tenía la previsión de que en el tercer trimestre de este año, el PIB caería un -9.4 % y en el cuarto trimestre un -5.4 %
Óscar Cabrera, presidente de FUDECEN, explica que ahora estos datos deben ser revisados ya que han salido nueva información, “por lo que se estima una mayor caída de la actividad económica”.
“Nuestra previsión en junio era que en el tercer trimestre de este año, el PIB caería un -9.4 % y en el cuarto trimestre un -5.4 %”.
Óscar Cabrera,
PRESIDENTE DE FUDECEN
“Es muy probable que ya estemos en un recesión económica y luego vienen los detalles si se tratará de una recesión corta o larga”.
Rommel Rodríguez, ECONOMISTA DE FUNDE
“Se proyecta que en el tercer trimestre la economía salvadoreña habría tenido una caída del 7 %. Dos trimestres consecutivos con caída en la teoría económica se conoce como recesión”.
Waldo Jiménez, DIRECTOR DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES DE ANEP
Cabrera señala que las actividades más afectadas en producción y niveles de empleo continuarían siendo turismo, la industria manufacturera, comercio, restaurantes y hoteles y la construcción.
La actividad empresarial que está en modalidad de teletrabajo, como call centers, empresas de diseño de software y la industria relacionada con el sector sanitario serán de las pocas que podrán registrar cifras positivas este año.
Cabe recordar que la última vez que la economía salvadoreña entró en recesión fue desde finales de 2008 hasta principio de 2010, como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria internacional que se conoció como la “crisis suprime”.
Rommel Rodríguez, investigador del área de macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE) coincide en que es “muy probable” que el país esté en un recesión, pero habrá que ver si será corta o larga.
Es decir, si se reporta a un tercer trimestre negativo se trataría de una consolidación de la recesión, pero de llegar a un cuarto trimestre en que el PIB no crece, que sería en marzo de 2021, se puede convertir en una depresión.
Rodríguez advierte que, aunque el cuarto trimestre de 2020 puede tener cierta mejora en la actividad económica debido a la temporada navideña, en el primer trimestre de 2021 está dominado por la incertidumbre de las elecciones legislativas y municipales.
Las proyecciones de crecimiento hecho por organismos como Banco Mundial y FMI de crecer un 4 % en 2021 son “optimistas”, pero estas son siempre revisadas a mediados de año y se puede crecer un poco menos, alrededor del 3.6 %.
“Aunque el FMI dice que espera una contracción de la economía mundial menor a la que esperaba en junio, en el caso de El Salvador sucede lo contrario y esto se ve influenciado por la incertidumbre y la confrontación de poderes del Estado”, manifiesta el representante de FUNDE.
Los expertos coinciden en que dado que el país no posee moneda propia, sumado a la inexistencia de un plan de desarrollo quinquenal que reduzca la incertidumbre, la única herramienta que tiene el Estado es el Presupuesto General de la Nación para paliar esa caída y hacer posible la recuperación.
Sin embargo, en la medida que el financiamiento del déficit presupuestario se base en mayor endeudamiento, se tendrán menos recursos para el gasto público porque debe destinarse un mayor porcentaje de los ingresos al pago de intereses por el servicio de la deuda.