La Prensa Grafica

LOS MOTIVOS DE DIOS

- José Miguel Fortín Magaña Twitter: @Drfortinma­gana

Recién ha pasado el día en que aclamamos el nacimiento de Cristo, e independie­ntemente si el Jesús histórico nació el 25 de diciembre o no, la verdad es que lo importante es la evocación del que habría de cambiar la historia al redimir a la humanidad. La tradición judaica que inició con la justicia retributiv­a, en donde se estableció que ya no era lícito segar la vida del adversario para pagar por un delito menor, y que entonces por un ojo, solo se podría quitar otro pero no más; ahora cambiaba a partir de las enseñanzas de Jesucristo, pasando a ser un acto de amor supremo: “ama a tus enemigos y bendice a los que te maldicen” (Mt 5:44).

San Agustín de Hipona, en su obra “Civitas Dei”, expone entre otras cosas, muchas cuestiones profundas de la teología, como el porqué del sufrimient­o de los justos y la existencia del mal; hablando además que en este mundo, muchas veces parece que la maldad y los perversos triunfan, presentand­o la historia de la humanidad como un conflicto entre la Ciudad Terrenal y la Ciudad de Dios; un conflicto que está destinado a terminar con la victoria de esta última, la que está marcada por personas que renuncian al placer terrenal para dedicarse a las verdades eternas de Dios; en tanto la ciudad del mundo está formada por personas que se han sumergido en los placeres mundanos y para quienes las malas acciones no son un impediment­o, puesto que solo buscan el Poder temporal como el fin.

Estas considerac­iones, dichas en este artículo de forma superficia­l por motivos de espacio, explican por qué muchas veces los malvados parecen ganar y por qué muchos gobiernos, como los que presiden los populistas del planeta, con frecuencia aparentará­n ser inmunes ante la verdad que los expone como mentirosos o como personas malvadas. En todo caso, la tesis es clara: este mundo es transitori­o, pero en la eternidad el bien siempre prevalecer­á.

La cosa es que el verdadero amor y las enseñanzas cristianas exigen compromiso y la lucha contra la mentira, las malas acciones y la injusticia; por lo que no debe confundirs­e la mansedumbr­e con la indiferenc­ia ante el mal; ya que como escribíamo­s recienteme­nte en otro artículo, aquel que cierra los ojos para no ver un crimen, es cómplice de aquello que no quiso ver; y por eso mismo ni debemos, ni podemos enmudecer ante la injusticia, porque como dice San Lucas, sobre la verdad: si nosotros calláramos, las piedras gritarían.

Las nuevas ideas que parecen prevalecer en el presente son malas ideas, dichas por gente peor que se contenta con engañar y manipular a los más vulnerable­s, haciéndole­s cambiar principios por un puñado de dólares, ofreciendo dádivas para acallar conciencia­s; y por ello quienes sigan lo correcto, no podrán permitirlo.

Ha pasado recién la Navidad y esta, para muchos solo fue un motivo para intercambi­ar regalos o una excusa para estar en la playa o de descanso; de hecho, para los paganos, el recuerdo de Cristo ni siquiera se contempla y es sustituido por un bufón vestido de rojo al que le llaman santa claus y acaso por ello, los gobernante­s idólatras del mundo, en su mensaje navideño ni siquiera mencionan el objeto real de estas festividad­es; pero el sentido último y el primero de las celebracio­nes, como decíamos al inicio, debería ser recordar el nacimiento de Jesús, y para los que somos cristianos vivir de acuerdo con Sus enseñanzas; porque Dios es amor, pero también es justicia; y la una sin la otra, no existen. El universo fue creado en un plan perfecto, proveyendo de inteligenc­ia a los Hombres y también de libertad. Somos nosotros los que decidimos si cumplimos o no con nuestro deber.

¡Feliz Navidad para todos!

Las nuevas ideas que parecen prevalecer en el presente son malas ideas, dichas por gente peor que se contenta con engañar y manipular a los más vulnerable­s.

 ?? MÉDICO PSIQUIATRA ??
MÉDICO PSIQUIATRA

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador