EL 55.4 % califica el estado de la economía como mala
Más de la mitad de la población salvadoreña encuestada por LPG Datos ve mal la economía al cierre de 2020, pero creen que estará mejor en 2021.
Cuando las familias se reúnan para cenar el 31 de diciembre, muy probablemente sonará la clásica canción “El año viejo”, del mexicano Tony Camargo. Sin duda que nadie olvidará el año viejo, pero quizá no todos concuerden en la estrofa “porque me ha dejado cosas muy buenas”.
Este 2020 quedará grabado en la memoria histórica por razones sociales, científicas, económicas y medioambientales, como uno de los años más duros para toda la humanidad.
En el aspecto meramente económico, El Salvador será de los países más impactados debido ala crisis económica por la pan de mi a de covid-19 y, aunque los ciudadanos se encuentran muy pesimistas sobre la situación actual, existe bastante optimismo para una mejoría en el corto plazo en las finanzas nacionales y personales.
Los resultados de la última encuesta elaborada por LPG Datos, unidad de investigación social de Grupo LPG, indica que un 55.4 % de las personas califica el estado de la economía salvadoreña como mal o muy mal; 16.4 % dice que está regular, y 27 % responde que bien o muy bien.
Esta encuesta fue elaborada con 1,000 entrevistas (46 % hombres y 54 % mujeres) entre población mayor de 18 años que habita en los principales segmentos urbanos a nivel nacional.
A juicio de Karla Guzmán, economista e investigadora de la Universidad de El Salvador (UES), existe una correspondencia entre la realidad de la situación económica actual del país y la percepción de la población.
“Se podría esperar que las familias que tienen bajos ingresos destinen todo a su consumo y no tendrán disponibilidad para ahorrar, mientras que los hogares con ingresos medios o altos pueden actuar de forma más cauta por temores a la situación de incertidumbre que se espera para 2021 y preferirán ahorrar restringiendo así su consumo. En este último trimestre de 2020 veremos un mayor dinamismo del consumo respecto a los trimestres anteriores (por la época de las celebraciones de fin de año); sin embargo, la perspectiva es que no sea tan dinámico como en 2019”, opina Guzmán.
¿Cómo cerrará 2020 El Salvador? El Banco Central de Reserva mantiene su proyección que el crecimiento económico en 2020 se situará en un rango estimado de -6.5 % a -8.5 %.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) estima para este año un incremento de la pobreza en el país de 31 % al 41 % de la población (unos 2.7 millones de salvadore
ños); a septiembre, se perdieron 50,800 empleos formales (cotizantes al Instituto Salvadoreño del Seguro Social), respecto al año anterior y un estimado de 127,000 empleos informales. A estos se sumarán los 55,000 salvadoreños que anualmente se incorporan a la búsqueda de trabajo.
Además, entre enero y octubre, las exportaciones disminuyeron -18.8 % y las importaciones en -15.7 % respecto al mismo período del año anterior.
“En 2020 hubo un importante retroceso en el bienestar social impulsado por la pandemia, la incertidumbre que causa la polarización política, y el deterioro en las finanzas públicas”, resume Álvaro Trigueros, director del Departamento de Estudios Económicos de FUSADES.
Cabe destacar el hecho que, pese a todo este panorama, los actuales niveles de pesimismo reflejados en la encuesta de LPG Datos son menores a los registrados en años anteriores.
A FUTURO
La esperanza de un mejor futuro es fuerte entre los encuestados. Dentro de un año, un 60 % espera que la economía estará mejor, 9.5 % dice que esta seguirá igual y un 17 % opina que estará peor.
Sobre estos resultados, Guzmán considera que se debe a dos elementos: en primer lugar, la perspectiva de que la economía estará mejor por las proyecciones que han expuesto varios organismos internacionales (como CEPAL y el Fondo Monetario Internacional), que auguran “un crecimiento económico” de 4 % en 2021.
En segundo lugar, es probable que las personas esperan que, al controlarse la pandemia (por las perspectivas positivas que se tienen con la vacuna), se resolverá la situación económica.
La investigadora de la UES aclara que la tasa de crecimiento del PIB proyectada para 2021 “será resultado de una leve recuperación generalizada no solo para El Salvador, sino a nivel internacional” y también “depende de las medidas internas que los países han tomado”.
En el caso de El Salvador el Gobierno ha basado su estrategia en un fuerte endeudamiento público (el 90 % del PIB este año), que compromete las finanzas estatales; esto pone en tela de juicio, el hecho que si realmente podrá asumir los compromisos sociales.
Según lo señalado por los analistas, ya se está discutiendo un ajuste fiscal (las recomendaciones que presentó el FMI en abril incluyen el aumento de tasa de IVA o impuestos a los combustibles), lo cual indudablemente sería un golpe a los ingresos de los hogares e implicaría profundizar la estructura tributaria regresiva.
“La población no está teniendo claro el problema fiscal, y lo que va implicar para el país el próximo año”, señala Guzmán.
En efecto, FUSADES apunta que en 2021, al asumir que se aprueba el proyecto de Ley de Presupuesto General de la nación tal como se ha presentado, la deuda en relación con el PIB alcanzaría el 103.3 %.
“Acelerar el crecimiento de manera milagrosa no es suficiente para revertir el incremento de la deuda. Para reducir el patrón de insostenibilidad de la deuda, se necesita de un ajuste prolongado y severo –políticamente incómodo– que esté acompañado de un alto crecimiento de la economía, que sea inclusivo y sostenido”, indica el tanque de pensamiento.
Por su parte, tal como dijo la leyenda del fútbol salvadoreño Jorge “Mágico” González, los encuestados por LPG Datos creen que “hay que pensar con positivitez”. Un 50.6 % dice que el estado de su economía familiar está bien o muy bien, un 20.1 % dice regular y 28.6 % la califica de mal o muy mal.
De cara a el próximo año, un 69.6 % manifiesta que su economía particular será mejor o mucho mejor, 11.1 % espera que igual y solamente 7.7 % cree que en 2021 estará peor o mucho peor.