Europa unida y esperanzada inicia inmunización contra el covid-19
Aunque algunas naciones se habían adelantado, la idea era mandar un mensaje de unidad. La campaña se intensificará en enero con la producción de más dosis.
“Estoy aquí como ciudadana, pero sobre todo como enfermera, para representar a mi categoría y a todos los trabajadores de la salud que eligen creer en la ciencia”. Claudia Alivernini, ENFERMERA ITALIANA
“Es un maravilloso día, pero todavía debemos ejercer cautela… esta vacuna es el verdadero camino para poner fin a esta difícil temporada”. Roberto Speranza, MINISTRO DE SALUD DE ITALIA
Médicos, enfermeras y ancianos en toda la Unión Europea se arremangaron ayer para recibir las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus en una muestra simbólica de unidad y ofreciendo esperanza para un continente que enfrenta su peor crisis de salud en un siglo.
Aunque algunos países de la UE se adelantaron un día, el lanzamiento coordinado del bloque de 27 naciones el domingo tenía como objetivo proyectar un mensaje unificado de que la vacuna es segura y la mejor oportunidad para Europa de salir de la pandemia y la devastación económica causada por meses de cierres.
Para los trabajadores de la salud que han estado luchando contra el virus sólo con mascarillas y caretas para protegerse, las vacunas representaron un alivio emocional, así como una oportunidad pública para instar a los 450 millones de habitantes de Europa a vacunarse por su propia salud y la de los demás.
“Hoy estoy aquí como ciudadana, pero sobre todo como enfermera, para representar a mi categoría y a todos los trabajadores de la salud que eligen creer en la ciencia”, expresó Claudia Alivernini, de 29 años, la primera persona en ser inoculada en el hospital Spallanzani de enfermedades infecciosas, en Roma.
“Vacunarse es un acto de amor y responsabilidad hacia toda la colectividad”, indicó Alivernini, antes de recibir la vacuna en Italia, que ha registrado más de 71,000 decesos a causa del coronavirus.
El ministro de Salud de Italia, Roberto Speranza, declaró fuera del hospital que la campaña coordinada de la UE era una señal de esperanza para el continente, pero que la gente aún no debe bajar la guardia y debe seguir cuidándose durante varios meses más.
“Aún nos esperan meses complicados”, comentó. “Es un maravilloso día, pero todavía debemos ejercer cautela… esta vacuna es el verdadero camino para poner fin a esta difícil temporada”.
La vacuna desarrollada por Pfizer y su socio alemán Biontech empezó a llegar el viernes a los hospitales de la UE desde una fábrica en Bélgica. Cada país sólo recibió una fracción de las dosis necesarias —menos de 10,000 en los primeros lotes— y se esperaba un lanzamiento mayor en enero, cuando haya más dosis disponibles.
Todos los que estaban recibiendo inyecciones ayer deberán regresar por una segunda dosis en tres semanas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, publicó un video el sábado en el que celebraba la distribución de la vacuna, señalando que era un “conmovedor momento de unidad”.
Apuntó que, con vacunas adicionales en desarrollo, la UE tendrá más inyecciones de las necesarias y podría compartir su excedente con los Balcanes occidenta
les y África. “Europa está bien posicionada”, afirmó.
En el hogar de ancianos Los Olmos en la ciudad española de Guadalajara, al noreste de Madrid, una residente de 96 años, Araceli Hidalgo, y una cuidadora fueron los primeros españoles en recibir la vacuna. La casa de
Los Olmos sufrió dos muertes confirmadas por COVID-19 y otras 11 muertes entre residentes con síntomas que nunca fueron evaluados.
Otros países miembros, como República Checa, eludieron lo peor de la pandemia al inicio, pero sus sistemas de salud estuvieron a punto de colapsar en el otoño. En Praga, el primer ministro checo Andrej Babis recibió la vacuna al amanecer y afirmó: “No hay nada que temer”. En total, las 27 naciones de la UE han registrado por lo menos 16 millones de casos de coronavirus y más de 336,000 decesos, cifras altas que los expertos concuerdan son menores que las reales debido a infecciones que no se han reportado.
Cada nación decidirá quiénes recibirán las primeras vacunas. España, Francia, Alemania, entre otras, prometieron poner primero a los adultos mayores y a los residentes de casas para ancianos, así como el personal médico.