La inmunización es clave para la recuperación económica
La economía de C.A. caerá este año un 6.1% y el Banco Mundial prevé que 2021 subirá 4.3%, aunque dependerá en gran medida de la distribución de la vacuna.
La economía centroamericana cerrará el año con una caída del -6.1%, según las proyecciones del Banco Mundial (BM), que aún no toman en cuenta al impacto generado por los huracanes de Eta e Iota.
Pedro Rodríguez, economista principal y líder de programa del BM para Centroamérica, señaló que la región ha sufrido un fuerte golpe por la pandemia, aunque ha salido mejor parada que otras regiones como América del Sur, cuya caída rondará el -7.4% del PIB en promedio.
Según los datos del BM, el país más afectado en el istmo sería El Salvador con una caída de su PIB del -8.7%, seguido de Panamá con -8.1% y Honduras con una baja del -7.9%. La nación con los “mejores pronósticos” es Guatemala, con un decrecimiento de -3.5 %. “La actividad ya se ha venido recuperando durante el segundo semestre del 2020 con la contención del virus y el relajamiento de las medidas sanitarias. La incertidumbre sobre si habrá alguna vacuna disponible o no el próximo año se va disipando, por lo que es de esperar que la recuperación de la actividad continúe durante el 2021”, señala Christian Zambaglione, economista del Banco Mundial para Centroamérica.
Para 2021 las proyecciones son que Centroamérica crezca un 4.3%.
Aunque,rodríguezmatizaqueelescenario está basado en el supuesto de que habrá vacunas disponibles este año nuevo.
“La inmunización de la población en la región puede demorar hasta un año dada la disponibilidad y su logística. Una rápida inmunización de la población no solo en Centroamérica, sino en los principales socios comerciales como Estados Unidos, es clave para una rápida recuperación de las economías de la región”, agrega.
Hasta hoy el único país del istmo que ya inició el proceso de vacunación contra el covid-19 es Costa Rica. El Salvador y Panamá están a la espera.
ANNUS HORRIBILIS
Este año que finaliza deja a su paso la mayor recesión en la historia reciente. Y los mayores impactos para la región tienen que ver con el retroceso en la lucha contra la pobreza, y a nivel macroeconómico, con la fuerte presión en las finanzas públicas.
El Banco Mundial estima que Centroamérica tenía una tasa de pobreza promedio del 35% en 2019 y se prevé que esta tasa aumente a un promedio de 40 % este 2020, solo por el impacto del covid-19.
“Esto agregaría 2.5 millones de personas al grupo de pobreza, elevando el número total a aproximadamente 19.6 millones de personas viviendo en estas condiciones. Si los gobiernos de Centroamérica no hubiesen tomado medidas de mitigación, la subregión podría haber vuelto a los niveles de pobreza vistos de 2005, eliminando los logros de reducción de la pobreza de los últimos 15 años”, señala Zambaglione.
Asimismo, la pandemia ha generado un aumento significativo en las tasas de desempleo, en las tasas de participación laboral y un aumento importante en las tasas de informalidad.
“El deterioro del mercado laboral se origina tanto en el shock de demanda agregada que sufrieron todas las economías, como también en el posterior shock
de oferta agregada a medida que algunos sectores tuvieron que cerrar por razones de contención del virus o razones más estructurales”, detalla.
En materia fiscal todos los gobiernos implementaron paquetes de ayuda, y aunque para Rodríguez, esta fue la “respuesta correcta en todos los casos”, la recesión y las políticas de contención han aumentado los déficits fiscales en los países para el 2020.
Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios fiscales (ICEFI), dice que en todos los países de la región producto de la pandemia, hay una caída en la producción, una disminución de los ingresos y un incremento en los gastos públicos. Eso implica, más déficit y más deuda pública.
El impacto no ha sido para todos por igual, pero para las naciones que ya tenían una situación fiscal complicada, la crisis por el coronavirus vino a complicarla aun más. Como el caso de Costa Rica, donde la deuda del Gobierno central creció este año 12 % y El Salvador, donde la deuda superará el 90% del PIB.
Va a ser necesario tomar medidas para controlar la situación, y “retomar el proceso de consolidación fiscal para situar la deuda en un sendero de sostenibilidad en el mediano plazo, en todos los casos de manera gradual para evitar poner frenos a la recuperación económica, y con medidas que no aumenten ni la desigualdad del ingreso, ni la pobreza en los países; incluyendo a través de ofrecer un blindaje a las partidas presupuestarias esenciales para los servicios de salud, educación y protección social”, agregó Rodríguez del BM.
“Una rápida inmunización de la población no solo en C.A., sino en los principales socios comerciales es clave para una rápida recuperación”.
Pedro Rodríguez,
ECONOMISTA PRINCIPAL DEL BANCO MUNDIAL PARA C.A.
“Si los gobiernos de C.A. no hubiesen tomado medidas de mitigación, la subregión podría haber vuelto a los niveles de pobreza de 2005”.
Christian Zambaglione,
ECONOMISTA DEL BANCO MUNDIAL PARA CENTROAMÉRICA.