LA DESDOLARIZACIÓN NO ES OPCIÓN
Luis Membreño membrenoluis@gmail.com
La Asamblea Legislativa aprobó la semana pasada una serie de decretos relacionados con el presupuesto general de la nación; con préstamos para financiar el déficit fiscal de cerca de $1,300 millones; y otras leyes que son muy importantes para el país. Hay una reforma a la Ley de Integración Monetaria (LIM) que no debe pasar desapercibida por todas las personas que tienen depósitos en el sistema financiero: se le quitó la facultad a la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) de establecer la reserva de liquidez a su criterio y se le pasó esa facultad a la Asamblea Legislativa.
La LIM es conocida como la “Ley de dolarización”, a pesar de que en la realidad es una ley de bimonetarismo, pero esa ley autorizó que el dólar de Estados Unidos circulara en el país y que sustituyera al colón. El capítulo VI de la LIM se refiere a los “Requisitos de Liquidez” y es ahí donde se establece la reserva de liquidez en el artículo 44. En el artículo 45 se establece que la SSF emitiría las normas técnicas para la constitución de dicha reserva y que “en todo caso, la reserva de liquidez promedio de los depósitos no deberá ser mayor del veinticinco por ciento de los mismos”.
Desde enero de 2001 que entró en vigor la LIM y hasta febrero de 2020, la reserva de liquidez nunca había sido inferior al 21 % de los depósitos totales, lo cual le ha dado confianza a los ahorrantes que hay suficiente dinero disponible en efectivo y en títulos del gobierno de Estados Unidos de alta liquidez que en cualquier momento se pueden vender y convertirse en efectivo para respaldar cualquier retiro inusual de depósitos. Los bancos en El Salvador siempre han sido muy conservadores y han mantenido una reserva de liquidez por arriba de la que la ley les obliga.
En marzo de 2020 la SSF autorizó a los bancos a reducir la reserva de liquidez hasta 9.9 %, lo cual los bancos no hicieron porque siguen siendo muy conservadores, pero el Banco Central de Reserva (BCR) que administra la reserva de liquidez decidió liquidar algunas inversiones en títulos del gobierno de Estados Unidos y obligaron a los bancos a comprar LETES y CETES al gobierno con el compromiso de que fueran un crédito puente y que el gobierno se los devolvería a corto plazo. Efectivamente los CETES que se emitieron en marzo y abril por $483 millones fueron pagados en julio, pero en septiembre el gobierno exigió que se compraran $645.8 millones en CETES a un año plazo, indicando que eran un préstamo puente y que se pagarían antes de su vencimiento.
Hasta hoy los CETES siguen vigentes y el gobierno no los ha incluido en el presupuesto de 2021 por lo que no se sabe cómo, ni cuándo los va a pagar. La reserva de liquidez se ha reducido para financiar al gobierno y por ello es una medida importante la que ha tomado la Asamblea Legislativa de quitarle la facultad a la SSF de poder modificar la reserva de liquidez a su antojo. Es un cerrojo necesario en este momento para proteger los depósitos de todos los salvadoreños ante la insaciabilidad de gasto y financiamiento del gobierno actual, pero no durará mucho si la próxima Asamblea Legislativa se conforma mayoritariamente con diputados de Nuevas Ideas y GANA.
Dado que a partir del 1.º de mayo la nueva
Asamblea Legislativa podrá revertir esa decisión, devolviéndole la facultad a la SSF o definiendo ellos mismos lo que podrán tomar de los depósitos de todos los salvadoreños para financiar el déficit que ya sabemos que tiene sin financiar el presupuesto de 2021, esto se vuelve un riesgo serio para la estabilidad del sistema financiero y de la misma dolarización.
La dolarización genera una limitación para que los gobiernos no puedan imprimir moneda nacional sin respaldo, evitando la inflación, devaluación y empobrecimiento de la población, pero su existencia se basa no solo en la LIM, sino sobre todo, en la confianza de los ahorrantes en el uso responsable de su dinero y que estará disponible para cuando lo quieran retirar.
La desdolarización no es opción para El Salvador y por ello es importante que Nuevas IDEAS-GANA no obtengan la mayoría simple en la Asamblea Legislativa. Siempre debe haber quién haga un contrapeso a un presidente que solo piensa en gastar sin importarle quién pague todas esas deudas, porque los ciudadanos estamos aquí para el largo plazo, mientras que los presidentes solo van de paso llevándose todo lo que puedan. Al final, TODOS ¡son elefantes en cristalería!
Siempre debe haber quién haga un contrapeso a un presidente que solo piensa en gastar.