Detenciones por organizar fiesta y violar toque de queda
A la fiesta candlestina asistieron más de 2,500 personas.
La policía francesa detuvo ayer a siete personas, incluidos dos supuestos organizadores de eventos, informó un fiscal, luego de que una fiesta clandestina realizada en la víspera de Año Nuevo atrajo a por lo menos 2,500 personas en el oeste de Francia pese al toque de queda y otras restricciones implementadas por la pandemia.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, tuiteó que las acciones de la policía alrededor del sitio en Lieuron, en la región francesa de Bretaña, “condujeron al fin de la fiesta ilegal sin violencia”.
El fiscal Philippe Astruc dijo que se había abierto una investigación por haber
“puesto en peligro las vidas de otros”, por “violencia deliberada” contra los agentes de la policía y otros delitos relacionados con drogas. Los investigadores encontraron que los organizadores cobraron por ingresar a la fiesta y que hubo suministro de drogas ilícitas, señaló Astruc.
La policía detuvo a dos personas nacidas en 1998 sospechosas de ser los organizadores luego de que un registro policial encontró dinero, drogas ilícitas y equipo de sonido en la localidad de Iffendic, en la región de Bretaña. Otras cinco personas fueron detenidas mientras salían de la fiesta por infracciones relacionadas con drogas y transportar equipo de sonido. Emmanuel Berthier, director de la autoridad estatal local, dijo en una conferencia de prensa ayer que la policía emitió por lo menos 1,200 multas, incluidas 800 por no respetar el toque de queda implementado por el covid-19, no portar mascarillas y participar en una reunión. Cientos de personas también fueron multadas por consumir drogas ilícitas, añadió.
La fiesta se celebró a pesar de que el país está bajo un toque de queda nocturno que busca disuadir a la gente de reunirse durante la pandemia. Francia ha reportado más de 64,000 decesos por el virus.