NUEVAS OPORTUNIDADES EN MEDIO DE LA CRISIS
Pequeñas empresas y comerciantes informales luchan por reactivar sus negocios luego de la peor crisis de salud de los últimos años.
Magdalena Martínez junto a su esposo fundaron INPOWER en 2012 una empresa enfocada en la industria, que se encarga de suministrar piezas de maquinaria a diferentes rubros del país.
Entre 2017 y 2018 tuvieron una decaída como empresa y para 2019 comenzaron a reorganizarse y a planear nuevos proyectos, de los cuales uno se hizo efectivo en enero 2020, el resto es historia, todo quedó pendiente hasta la fecha.
Ante la incertidumbre del covid-19 su actividad en general se detuvo. Como no cuentan con personal dependiendo directamente de ellos únicamente debieron reducir los gastos familiares al mínimo y esperar.
Desde fines de marzo del año pasado en quesedecretólacuarentena,enelpaísnueve de cada diez empresas cerraron temporalmente y las que permanecieron abiertas redujeron sus ingresos en un 50% o más, compartió Waldo Jímenez, director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
“Aunque la pandemia nos paralizó en cierto modo, las personas que contratamos como vendedores que trabajan por comisión buscaron nuevos negocios en zonas que antes no cubríamos. Nuestra principal zona de trabajo era Santa Tecla, San Salvador y sus alrededores, pero ahora concretamos negocios con buenos clientes en zonas como Acajutla, Metapán y Rosario de la Paz. Nos expandimos”, explicó Martínez.
Productos como guardamotores, variadores de frecuencia, contadores y cajas metálicas para paneles de control son algunos de los componentes que suministran a empresas dedicadas a procesos industriales tan diversos como papeleras o plantas que procesan alimentos para animales.
“Hubo un momento en que nuestros clientes simplemente cerraron sus empresas y estaban en espera, nunca habíamos vivido una pandemia como esta, ahora estamos retomándolo y haciendo pedidos al extranjero con el fin de mantener un inventario a prueba de cierres o de cuarentenas. El covid nos ha enseñado”, afirma la empresaria.
Aunque el funcionamiento de su empresa se redujo un 60 % durante los meses más duros de la cuarentena, sin duda algo que admira es la capacidad de adaptación de todos. “Los vendedores, por ejemplo, acostumbrados a una labor más tradicional, hicieron uso de cualquier tecnología disponible para ofrecer sus productos, hacer cotizaciones, fotografías”, explicó.
NUEVO PLAN DE ACCIÓN
Desde septiembre iniciaron las visitas presenciales a sus nuevos clientes con el fin de fortalecer su imagen. “Es importante que las empresas sepan que no somos fantasmas, que somos una empresa sólida y legal, especialmenteporlarigurosidaddelasleyes como la del lavado de dinero”, dice.
Martínez señala que también actualizaronsuinformaciónconelbancodedesarrollo de El Salvador (BANDESAL) para aplicar aalgunodesusbeneficios.lainstitucióndistribuye a través del sistema bancario entre pequeñas empresas y sector informal un fideicomiso de $600 millones.
“Solo nos queda solicitar el préstamo para capital de trabajo, que ya es un proceso en marcha. Los bancos a través de BANDESAL están dando préstamos a intereses bajos, pero hay que ver si convienen”, afirmó. “Lo bueno es que la gente está enfocada en quererse levantar, en trabajar”, puntualizó.