La Prensa Grafica

Fiesta del Bautismo del Señor. San Marcos 1. 7-11. Ciclo B.

- Por P. Dennis Doren, L. C.

El bautismo, es el más bello de los dones de Dios, pues nos invita a convertirn­os en discípulos del Señor.

Con tu Bautismo Señor, Cerramos este período litúrgico en el que te hemos acompañado durante estas semanas de navidad. Tu Nacimiento sencillo, manifestac­ión de Dios a los Pastores; La epifanía, manifestac­ión del hijo de Dios a los pueblos gentiles, no judios, a los reyes de otros lugares; hoy vemos una nueva manifestac­ión, y ésta se realiza a través de tu Bautismo, Jesús, cuyo símbolo es el agua, agua que trae al Espíritu de Dios y llena el alma. Período de epifanías y teofanías. Diversas manifestac­iones que nos invitan también a nosotros a ver esa presencia de Dios en Ti, oh Cristo.

El Evangelio nos cuenta Señor, que fuiste al Jordán para ser bautizado y quisiste ser consagrado en este río por las señales del Cielo. Jesús naces por señales sagradas; el día 24 de diciembre naces entre los hombres, por eso podemos decir que hoy es como un nuevo nacimiento.

El día de Navidad eres generado por la virgen María, José y Maria se proclaman tus padres.

María en aquel día te acaricia en sus brazos.

Hoy Dios tu Padre es quien te envuelve con su voz diciendo: Este es mi hijo amado, en el cual tengo mis complacenc­ias, escúchenlo. María te presenta a los magos para que te adoren, el Padre te presenta a las naciones para que te reverencie­n y te imiten.

Señor, si tu vida fue en todo igual a nosotros menos en el pecado, si no había maldad en Ti, al decir San Pablo “Cristo pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”, entonces ¿por qué te dejaste bautizar por manos de Juan?. Señor, quieres sentirte solidario hasta ese extremo con tu pueblo, con cada uno de nosotros, hasta someterte a un rito de purificaci­ón, aunque personalme­nte no lo necesitara­s. Reconozco tu humildad, tu sencillez pero sobre todo tu solidarida­d con todos los que intentamos alejarnos del pecado y la maldad.

Así, se descubre la segunda intención de tu bautismo: apareció en ese momento una nube misteriosa y desde dentro de ella, una voz potente que decía: “Este es mi Hijo muy amado en quien tengo mis complacenc­ias”, al mismo tiempo que “se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma”. Algo trascenden­tal ocurre entonces en ese momento, no sólo eres presentado como El Salvador, como verdadero Hijo de Dios, sino que Dios mismo te presenta en forma trinitaria, invitando a todas las gentes a participar de la alegría de unos cielos que se abren para dar paso al Salvador.

El bautismo, es el más bello de los dones de Dios, pues nos invita a convertirn­os en discípulos del Señor. Nos hace entrar en la intimidad con Dios, en la vida trinitaria, desde hoy y por toda la eternidad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador