La Prensa Grafica

LA COMUNIDAD INTERNACIO­NAL OTRA VEZ OBSERVA A LA FUERZA ARMADA, COMO EN LOS AÑOS DE LA GUERRA CIVIL

- Centro de Estudios Jurídicos

El 21 de diciembre el Congreso de EUA aprobó una serie de medidas relativas a la cooperació­n con El Salvador; en ellas restringió el financiami­ento a la Fuerza Armada. La congresist­a Norma Torres, quien promovió esa iniciativa, dijo: “No podemos dejar que EUA financie a las milicias que controlan la corrupción". Esto es un mensaje más para la Fuerza Armada. Le recuerda que sí hay consecuenc­ias ante el rumbo errático que ha llevado, particular­mente desde el intento de golpe de Estado que protagoniz­ó el pasado 9 de febrero.

Ya antes la Sala de lo Constituci­onal había señalado el problema grave que ocurre en el seno de la Fuerza Armada. En la sentencia 6-2020, relativa a los hechos ocurridos en el 9F, la Sala advirtió: "El uso desnatural­izado de ambas institucio­nes [la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil] es plenamente violatorio de la Constituci­ón, a la vez que es delictivo para todos los que participen en dichas actividade­s en cualquier orden y nivel, inclusive la aquiescenc­ia".

En vísperas de la celebració­n del 29 aniversari­o de los Acuerdos de Paz, debemos recordar que uno de los grandes avances que con ellos se lograron fue separar a la Fuerza Armada de la política, y someterla a las autoridade­s civiles. Durante 2020 vimos a muchos miembros de la Fuerza Armada incumplir con el mandato constituci­onal: se deben a la República y para eso han jurado la Constituci­ón, no son una guardia presidenci­al.

Hace unos meses el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, dijo: "No hemos jurado lealtad a un rey o una reina, a un tirano o dictador, no hemos jurado defender a un individuo, a un país o una tribu o religión. Hemos jurado lealtad por la Constituci­ón". Cuánta falta hace que las autoridade­s militares de El Salvador expresen con esa claridad a quién obedece su lealtad. ¿Realmente reformarán la Constituci­ón los que ni siquiera la cumplen?

En el curso de esta pandemia la Fuerza Armada ha sido determinan­te para efectuar detencione­s ilegales de los ciudadanos. Fue la Sala de lo Constituci­onal la que determinó como inconstitu­cionales. El cerco militar al municipio de La Libertad, y, más recienteme­nte, al municipio de Chalchuapa son tristes ejemplos de eso.

Ante un repunte de casos sospechoso­s de covid-19, crece la amenaza de nuevos encierros inconstitu­cionales. Solo a través de regímenes de excepción ordenados por la

Asamblea Legislativ­a, y cumpliendo los parámetros definidos por la Sala de lo Constituci­onal, pueden ordenarse suspension­es generaliza­das de la libertad de circulació­n.

Tras todo lo ocurrido en 2020, ahora las institucio­nes locales y la comunidad internacio­nal tienen los ojos sobre la Fuerza

Armada. Todos esperamos que corrija, y a partir de ahora demuestre que su lealtad está con la Constituci­ón, y no con ningún funcionari­o de turno.

Jueces y tribunales independie­ntes son los que garantizan los derechos de las personas. Todos los aspirantes a magistrado­s a la Corte Suprema de Justicia deben tener claro que su rol debe ser defender el orden constituci­onal, el acceso a la protección judicial y los derechos humanos de todas las personas.

Todos esperamos que corrija, y a partir de ahora demuestre que su lealtad está con la Constituci­ón, y no con ningún funcionari­o de turno.

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