FITCH ADVIERTE SOBRE AUMENTO DEL DÉFICIT QUE PRESIONA CALIFICACIÓN
La calificadora señala que bancos no podrán exponerse más a la deuda a corto plazo y la necesidad de un acuerdo con el FMI.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings presentó un análisis donde señala la fuerte presión fiscal que vive el país
y que podría impactar la calificación del mismo que es desde abril, Bcon perspectiva negativa.
El informe detalla que las opciones de financiamiento cada vez son más limitadas y hay un fuerte aumento en el déficit fiscal.
Asimismo proyecta que la brecha de ingresos, según plantea el presupuesto aprobado y ratificado, sobrepasa los $418 millones, tal como ya lo han advertido otras entidades como FUSADES y el ICEFI, sobre todo porque Hacienda espera un aumento en la recaudación de un 24%, en un año postcrisis.
Según Fitch el déficit fiscal de 2020 cerrará en 9.9 % del PIB, y a pesar de que sería más bajo que su proyección anterior, es tres veces más que el registrado en 2019, que fue de 3.1 %.
Y aunque señala la calificadora que las subastas de LETES de diciembre fueron “exitosas”, ya que lograron una tasa del 7.5 % cuando en mayo fue de 9.5 %, y que los bancos locales están dispuestos a refinanciar “gran parte de deuda pública a corto plazo”, ellos creen que es “poco probable que (los bancos) aumenten su exposición”.
Ante esta presión, la falta de opciones o de no lograrse el aumento de los ingresos esperados, “el gobierno podría... incurrir en atrasos, buscar nuevos préstamos multilaterales, intentar aumentar el límite de deuda a corto plazo o buscar una nueva autorización de emisión de bonos con la nueva
Asamblea Legislativa que asumirá el poder en mayo”, detalla el documento.
Ante ello Fitch señala que un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría aliviar estas presiones.
“El gobierno de El Salvador puede solicitarle al FMI un acuerdo que abra nuevo financiamiento... Pero hay pocas probabilidades de que se produzca un progreso antes de las elecciones legislativas y cualquier programa probablemente implicaría importantes medidas de ingresos y gastos que podrían resultar políticamentedifíciles.porlotanto,lasperspectivasde un programa del FMI y de consolidación fiscal en general se verán influidas por las elecciones”, recalca.
Costa Rica, que es el segundo país más impactado fiscalmente de Centroamérica, inició esta semana una negociación con el FMI que implicará un acuerdo financiero por $1,750 millones que significará varias reformas de contención del gasto, pero también más impuestos.
El economista del ICEFI, Ricardo Castaneda, ha señalado en reiteradas ocasiones que lo ideal hubiera sido discutir este tema entre los diferentes actores para llevar una propuesta de un acuerdo con el Fondo.
“¿Ahora, qué otras opciones tienen ellos (el gobierno)? Bueno, uno es esperar el resultado de las elecciones para que a partir de un escenario en el que tengan ellos su mayoría en la Asamblea Legislativa, no necesitan negociar con nadie y llevan uno de estos famosos paquetazos fiscales”, asegura.