GOES usa estrategia de manipulación
Un estudio de los mensajes en redes sociales oficiales concluye que han sembrado confusión deliberadamente.
ecretismo, estrategia de dudas, fundamentalismo religioso y desinformación son los cuatro aspectos principales en los que se basó el discurso gubernamental durante 2020, en especial durante el manejo de la emergencia nacional por covid-19, según el analista Herman Duarte.
Duarte presentó ayer su estudio “Agnotología y Pandemia: un estudio de prácticas de agnotología en el manejo de la pandemia covid-19 por el gobierno de El Salvador” en las instalaciones de la UCA y concluyó que el aparato gubernamental ha producido, deliberadamente, ignorancia, duda o confusión para incidir en la opinión pública.
“Esto no es un ataque. Si el presidente Bukele tiene una buena gestión nuestro país triunfa y en lo personal quiero que tenga una buena gestión, pero dentro del marco constitucional en el cual fue electo”, aclaró Duarte al iniciar su informe, el cual surge de un análisis de 13,603 publicaciones en las redes sociales, Twitter y Facebook, del presidente Nayib Bukele, Casa Presidencial y el Ministerio de Salud, entre el 1.° de marzo y el 1.° de julio del año 2020.
El informe destaca cuatro aspectos principales detectados en el discurso de estas cuentas a través de la agnotología (el estudio de actos deliberados para sembrar la confusión y el engaño, normalmente para vender un producto o ganar un favor). “Hay un secretismo, por ejemplo,
Sal no querer dar las cifras reales de muertes por covid y utilizar eso a favor”, expuso Duarte como primer punto.
Luego aseguró que el análisis de las publicaciones demuestra que el gobierno siembra dudas como estrategia para incidir a su favor en la opinión de la ciudadanía. “El gobierno crea la idea de que puede manejar la pandemia y ataca a los que dicen lo contrario a él. Erosiona el Estado de Derecho al decir que los otros son sus enemigos”, aseguró el especialista, en relación a los ataques contra la Asamblea Legislativa, la Sala de lo Constitucional e incluso contra los medios de comunicación que no son gubernamentales.
El estudio también destaca el uso que el presidente de la República hace de la fe para incidir en la población al asegurar que “Dios lo eligió para dirigir este país” y la desinformación con datos que parecen reales, pero no lo son. Y puso el ejemplo de la educación en tiempo de pandemia. “El gobierno mantiene que se darán clases virtuales, pero hasta 2018 había un 70 % de las escuelas públicas, de casi 5,000, que no tenían conexión a internet”.
“Las conclusiones alcanzadas son irrefutables. El gobierno de El Salvador ha incurrido en prácticas de agnotología y esas prácticas violan los derechos humanos”, subrayó Duarte.
El informe fue acuerpado por el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), que dio validez a los resultados del mismo.