ESTAMOS A LA ENTRADA DE UN AÑO DE GRANDES EXPECTATIVAS, Y ESO ES LO QUE HAY QUE ASUMIR
Nunca imaginamos que el año 2021 nos traería lo que hoy tenemos enfrente: una experiencia histórica sin precedentes y un cúmulo de oportunidades que a cada paso se nos vuelven exigencias insoslayables. El mundo entero se halla en ascuas, y nadie –ni siquiera los que siempre se han creído superiores– sabe cómo encarar este desafío. Estamos en la era en que nadie puede sentirse dueño de la verdad, y eso pone a la misma globalización en trance; pero en un trance de creatividad que como tal no tiene precedentes, y nos abre perspectivas inimaginables hasta hace muy poco tiempo. ¿Qué significa en verdad todo esto? Las respuestas al respecto pueden ser variadas, y entre ellas hay que seleccionar las que mejor se identifiquen con la época y sus perspectivas, en función de nuestros intereses como conglomerado existencial, que es lo que somos, aunque muchos, sobre todo en los ámbitos políticos, se resistan o se nieguen a reconocerlo. 2021 será, sin duda, una revelación en prácticamente todos los sentidos, por lo cual se hace indispensable mover todas las voluntades hacia el horizonte de lo realizable. El antiguo rebaño hay que convertirlo en caravana, con todo lo que eso significa en responsabilidad y en dedicación inteligente. Tengamos en cuenta, en todo momento, que la tendencia a la improvisación debe ir quedando progresivamente al margen. Hoy de lo que se trata es de avanzar en conjunto, sin excusas ni pretextos.