EL ODIO Y EL MIEDO DEBEN DESTERRARSE PARA SIEMPRE
La historia de los salvadoreños ha estado plagada de odios y miedos en los últimos cincuenta años. En los años setenta fue el odio de un grupo de jóvenes patrocinados por Cuba y la Unión Soviética hacia los militares y los ricos lo que llevó a una sangrienta y cruel guerra civil de 12 años en la que murieron más de 75,000 salvadoreños. El miedo a ser secuestrado, desaparecido o asesinado llevó a muchas personas a abandonar nuestra patria y buscar oportunidades en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, por mencionar los más importantes.
La confrontación Este-oeste entre los que querían imponer el comunismo a fuerza de fusiles y los que querían construir una democracia en la que imperara la libertad en un sentido amplio llevó a que se desarrollaran y exacerbaran odios que duraron décadas. El FMLN continuó con su diatriba marxista después de los acuerdos de paz afirmando que cuando gobernaran iban a establecer justicia social e igualdad. ARENA por el otro lado intentó construir un modelo político, económico y social que permitiera a los ciudadanos desarrollarse en paz y con base en una igualdad de oportunidades.
Durante todas las elecciones entre 1989 y 2014 se utilizaban los argumentos del odio por parte del FMLN y del miedo por parte de ARENA para ir ganando las elecciones. La población llegó en 2014 a estar dividida en dos. La mitad apoyó a Salvador Sánchez Cerén para ganar las elecciones de 2014 y la otra mitad apoyó a Norman Quijano. La diferencia en la segunda vuelta fue de tan solo 6,000 votos.
El entonces candidato a la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán en 2012 y a la Alcaldía de San Salvador en 2015 alababa eso y era miembro del FMLN. En 2018 Nayib Bukele aspiraba a ser el candidato del FMLN para la Presidencia de la República, pero al no lograrlo, corrió para la Presidencia de la República por el partido GANA en 2019. Durante los más de 17 meses de su presidencia, Nayib Bukele ha explotado abundantemente el odio y el miedo.
Bukele ha sido muy hábil en crear una imagen muy distorsionada de los diputados que pertenecen a ARENA, FMLN y PDC, llegando al punto de pasar de su argumento de “los mismos de siempre” al de “dipurratas” y otros calificativos que incitan al odio hacia los diputados actuales.
Por el otro lado mantiene una pelea con la ANEP y sus representantes, acusando a algunos empresarios emblemáticos de ser evasores de impuestos, sin haber podido probar un tan solo caso hasta este día. De ahí que esté incitando al odio hacia diputados y empresarios y mantiene un régimen de terror hacia los empresarios amenazándolos con perseguirlos fiscalmente y con toda la institucionalidad del Estado como lo hizo con empresarios como Fito Salume.
Por el otro lado, el gobierno actual ha generado un ambiente de terror sobre el tema del covid-19. De marzo a junio mantuvo un discurso en el que decía que la mitad de la población se iba a contagiar y que decenas de miles iban a morir. A casi 10 meses de haber cerrado el país y la economía, según las cifras oficiales, solo se han contagiado 51,437 personas de las cuales se han recuperado 45,223 y han muerto 1,521, al 19 de enero de 2021.
Desafortunadamente le ha funcionado muy bien a Bukele el incitar el odio hacia ciertos miembros de nuestra sociedad y generar no solo miedo, sino también terror entre la población tanto por la pandemia como por la capacidad de persecución política de los diferentes ministerios e instituciones del gobierno central.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los que fomentaban el odio y el miedo antes y los que lo hacen ahora? En muchos casos son hasta las mismas personas que solo se cambiaron la camiseta de ARENA o del FMLN por la de GANA o la de Nuevas Ideas y en otros casos son personas incapaces y sin criterio propio que solo obedecen las órdenes de Bukele.
Es hora que los salvadoreños despertemos y desterremos a todos los políticos que inciten al odio y que promuevan el miedo o el terror, de lo contrario no se puede descartar que se vuelva a repetir la historia de los ochenta en un futuro no muy lejano. Aprendamos de los errores del pasado y no votemos por los que nos quieren llevar a una nueva confrontación entre hermanos.
Aprendamos de los errores del pasado y no votemos por los que nos quieren llevar a una nueva confrontación entre hermanos.