Y SON 1,507...
¡Que todos los salvadoreños y el mundo entero pasen una religiosa y familiar Semana Santa!
Nadie nos ha invitado para el comentario de hoy y haciendo tradición nos metemos “espalda mojada“.
1. No hablaremos de: Fantasma de la Ópera, Frankenstein ni del Hombre Lobo. De los fantasmas se harán cargo el fiscal y la Policía Nacional Civil. Un “manojito de historia”: por 1898 el presidente de la Asamblea Legislativa fue el abogado del Dr. Domingo Arce, pariente de los Arce y Aranzamendi en línea recta. No se tiene noticia de cuántos diputados había en esos tiempos, ni el personal, ni cuánto ganaban cada uno y ni cuántos partidos políticos habían. El resto de historia que lo cuenten don Pedro Escalante (Arce), de historiador, y don Carlos Cañas Dinarte.
2. Las necesidades de hoy quizá justifican el numeroso personal de la Asamblea y es de notar que los empleados públicos mantienen con su salario a sus familias sin dejar fuera a las “mamás solteras“, envidiables por cierto. Cada partido político tiene un número de empleados que ayudan a los diputados en sus trabajos: Nidia Díaz ha dicho en TV que al FMLN le tocan 300 empleados de apoyo. Nos preguntamos cuántos le han sido asignados al diputado Juan José Martell. Nadie oculta su curiosidad por saber qué hacen los empleados asignados a cada partido, seguramente algunos sirven el cafecito de la tarde y otros pueden hacer mandados personales.
3. Una pregunta: ¿cuánto gasta el gobierno en los salarios de todos los empleados de sus ministerios? La respuesta es de imaginársela. En TV un economista recientemente dijo que El Salvador vencido un plazo de obligación internacional inmediatamente la cancela. Con seguridad el gobierno paga los intereses pero no cancela la deuda y contrae otra triple a lo que debía. Esto quiere decir que cada día el país se endeuda más y más. También ya lo hemos dicho en este matutino: quién y cuándo se pagarán las deudas de El Salvador.
4. Afirmamos en este mismo matutino que las deudas dentro de unos 50 años se estará reconociendo que no se pueden cancelar y como no hay nada que “embargar”, los acreedores donarán el adeudo. Es de exponer que si actualmente en nuestro territorio viven casi 5 millones de hermanos, cuántos vivirán dentro de 30 o 50 años cuya respuesta salta a la vista los gastos para su salud, educación y oportunidad de trabajo. Estos temas son más bien de economistas y ojalá que don Luis Membreño ponga lumbre sobre estas temáticas de dinero adeudado y por adeudarse.
5. De pasadita, y ya como asunto separado del tema, apuntamos que los médicos a raíz del coronavirus dicen hasta en TV que hay personas sintomáticas y asintomáticas: no toda la gente sabe lo que significan esos términos y para mayor claridad deberían usarse los términos de “está enfermo o no está enfermo o no da muestra de estar enfermo”, tal como me lo ha explicado un médico con posgrado en Alemania. Esto es una cosa que nosotros la vemos sencilla y entendible. He pasado consulta en mi vida por varias enfermedades y ningún galeno me ha dicho que estoy sintomático o asintomático.
6. Finalmente: pedimos a nuestro gran Dios que nos perdone por los atrevimientos de ahora y a las instituciones y personal público nos disculpen por esta carta-comentario, que necesariamente se remite a los 1,507 empleados de la Asamblea y de las otras dependencias del Estado. Nos veremos en abril con la unión familiar, religiosa y la unión centroamericana, para alivio de males.
¿Cuánto gasta el gobierno en los salarios de todos los empleados de sus ministerios? La respuesta es de imaginársela.