La tecnología llegó para quedarse
Las reuniones en línea, el trabajo desde casa, las compras en línea son solo algunas cosas que han cambiado en la era del covid-19. Las empresas se han adaptado a esta nueva realidad gracias a la tecnología.
300% creció el uso del comercio electrónico en C.A. según estudios de la empresa UPS.
Elaño pasado fue el año en que todos sin excepción iniciaron el camino de la reconversión. La pandemia obligó a los países a iniciar una serie de medidas de confinamiento para tratar de contener la propagación del virus.
Los comercios considerados “no esenciales” se cerraron casi por seis meses, así que centros comerciales, tiendas, restaurantes y empresas de todo tipo tuvieron que buscar su ingenio para poder le hacer frente a lo que solo estaba en los libros de ficción.
Fue así que aquellos planes a largo plazo de tecnificación y uso de nueva tecnología tuvieron que acelerarse e implementarse.
Las empresas se cerraron, las nuevas oficinas de aquellos sectores que podían hacerlo de manera virtual, se mudaron hacia las casas; las reuniones eran por videollamadas y el “zoom” y el “teams”, se convirtieron en parte del vocabulario del día a día.
Las tecnologías móviles fueron también el principal medio de acceso a las poblaciones vulnerables, señalaba el organismo 5G Américas en uno de sus reportes que destacaba que el 90 % de las líneas móviles de la región contaban con acceso a banda ancha móvil, y que fue de esa forma que “muchos de los países pudieron mantener la continuidad pedagógica en las escuelas, estimular el desarrollo de economías locales por medio del e-commerce e informar sobre las medidas para evitar el contagio durante la pandemia, entre otras medidas. En otras palabras, la tecnología móvil terminó por conformar una herramienta fundamental para que los habitantes de los países de la región pudieran transcurrir su día a día de forma menos traumática”.
Y las cifras hablan por sí solas explica Alejandro Flores, Director de KIO Networks Internacional: “Zendesk reportó un crecimiento de más del 100 % en el uso de mensajería instantánea, 85 % en el uso de plataformas de teleconferencias, más del 34 % de canales como chat y más del 30 % de redes sociales. Otro dato de la consultora KPMG determinó que el 80 % de las empresas en el mundo adelanta ron su transformación digital por la pandemia. Yen Centroamérica, la situación fue idéntica, en los primeros meses del 2020, el comercio electrónico creció hasta en un 300 %, según datos de la consultora Kantar”.
Para Flores la digitalización y el uso de soluciones tecnológicas dejó de ser el futuro y ya se convirtió en el presente, además que seguirá creciendo en los próximos años.
“Esta tendencia se mantendrá en el tiempo, media vez adoptada y entendida será difícil dejarla de usar. Uno de los principales beneficios es el manejar una empresa de forma remota y se comprobó en muchos casos que el empleado puede ser más efectivo siesta en un ambiente familiar y más relajado”, dice Roberto Henríquez Gerente de Grupo Markup.
Por su parte, Rubén Castillo, director de IT de Grant Thornton señaló que la adopción de la tecnología ha sido un factor decisivo no solamente para la recuperación económica por la pandemia, sino también para crecer y poder transformar los negocios, permitiendo la transformación digital.
Para los expertos consultados uno de los grandes avances que se dio en la “nueva normalidad” fue el teletrabajo y la educación virtual. “Estos dos seguirán siendo parte de la nueva normalidad. Es probable que sea en una modalidad híbrida, pero son actividades que dependerán considerablemente de la tecnología. En segundo lugar, el comercio electrónico, pues las personas cambiaron las vitrinas físicas por las pantallas del celular o la computadora”, dice Alejandro Flores, Director de KIO.
El comercio electrónico en el mundo, y en especial en América Latina, tuvo en los últimos doce meses un notable crecimiento por la pandemia, lo que hace de esa actividad una oportunidad para la reactivación económica de los países.
En el foro “Reconstrucción sostenible: infraestructura, comercio y empleo postpandemia”, la vicepresidenta de asuntos públicos globales de la multinacional estadounidense de mensajería UPS, María Luisa Boyce, indicó que en los últimos doce meses el comercio electrónico en América Latina
experimentó un crecimiento que se esperaba alcanzar en entre cinco y diez años.
“Este año vimos cambios exponenciales, creo que uno de los más grandes, y vemos cómo en Centroamérica la compra a través de comercio electrónico creció un 300 % y en general en América Latina hay un uso mayor de las tarjetas de crédito para compras en línea”, precisó Boyce, para quien esto representa una oportunidad especialmente para pequeñas empresas.
Otras mediciones, indican que la pandemia ha hecho que 3 de cada 4 hogares en Latinoamérica compren en línea, con lo que el comercio electrónico creció un 50 %.
Un estudio elaborado el año pasado Mastercard indicaba cómo ha estado creciendo el comercio electrónico y que por primera vez, los pagos en línea superaron los pagos en tienda física.
“La pandemia ha llevado a muchos consumidores a realizar su primera compra en línea, comenzando un nuevo hábito de pago que, según afirman ellos mismos, que llegó para quedarse”, dijo Walter Pimienta, vicepresidente senior de Productos e Innovación de Mastercard en América Latina y el Caribe.
Castillo, director de IT de Grant Thornton señala que el costo de implementación del e-comerce en algunos casos puede resultar elevado; sin embargo, esta medida puede traer más adelante un retorno a dicha inversión y que esta sea parte de un ingreso en las ventas y los márgenes de ganancia sean aún superiores que de la forma tradicional.
“Debe considerarse que estos canales vinieron para quedarse y, a pesar de volver a la normalidad, siempre continuarán funcionando”, señala.
Aunque al hacer que la tecnología sea la columna vertebral de las organizaciones implica cambios en la visión de las mismas. Sobre todo en materia de inversión en temas como ciberseguridad, tanto para los equipos de la casa como para la infraestructura dentro de la compañía.
“Como era lógico, al aumentar el uso de la tecnología, los ciberataques también crecieron. De acuerdo con una compañía rusa, en Latinoamérica se contabilizaron más de 20.5 millones de ataques cibernéticos en el 2020”, agrega Flores.
Eso para el experto de Kio, da una perspectiva importante para entender que la ciberseguridad no es un gasto, sino una inversión. “Las organizaciones necesitan proteger su información y garantizar a sus clientes y audiencias que cualquier acción o transacción dentro de sus páginas o aplicaciones será segura”, recalca.
Para Henríquez, del Grupo Markup otro de los retos será poder cuantificar el costo del uso de toda esta tecnología, “ya que algunas empresas no quisieron o no pueden costearle al empleado el gasto adicional que ha tenido que hacer para poder seguir usando las TIC, como por ejemplo, una computadora propia, internet más rápido, teléfono con datos, etc. Nos hace falta mucho aún pero si se ha dado un gran paso hacia adelante y pronto podremos hacer más”, explica.