SOLUCIONES HIPERTÓNICAS.
“Otros ejemplos de soluciones hipertónicas (ricas en electrolitos) son el suero oral que le damos principalmente a los niños o a las personas mayores, más vulnerables a la deshidratación, cuando sufren episodios prolongados de diarrea o vómitos”, añaden.
“Existen bebidas como el agua de coco y los zumos de frutas, que tienen un alto contenido en electrolitos. También podemos utilizar como fuente rica de electrolitos el agua de mar (purificada) mezclándola con agua mineral para suavizar su salinidad”, puntualiza Domínguez.
“Una correcta hidratación permite evitar la retención de líquidos que en el organismo se va a traducir en un aumento del volumen y del peso de la persona”, reitera Domínguez.
Recalca que la hidratación “depende de la cantidad de líquido que bebemos (agua y otros líquidos) y de los alimentos que ingerimos (especialmente los vegetales crudos), así como de la composición electrolítica de estos líquidos,
que en el agua depende de las cargas eléctricas provenientes de minerales en disolución.
“Cuando el cuerpo nos hace sentir sed, pretende equilibrar electrolíticamente el cuerpo y la sensación de sed desaparece al aportarle los electrolitos que necesita en cantidad suficiente”, explica.
Señala que la cantidad de agua de agua recomendada para ingerir en un día y cubrir nuestras necesidades diarias son unos dos litros y medio (2,500 mililitros o ml).
“De esta cantidad, 1,200 ml deben provenir de la ingesta de líquidos; 1,000 ml de los alimentos que comemos y 300 ml son la consecuencia de los procesos metabólicos internos de nuestro cuerpo”, según este experto.
“Esas cantidades son aproximadas y deben ajustarse al nivel de actividad de la persona, su edad, la época del año”, aclara el experto.