La Prensa Grafica

APENAS UN TUIT PARA EL EXMINISTRO Y AMIGO PERSONAL

-

Ninguno de las destitucio­nes ha llamado más la atención que la del ahora ex titular de Agricultur­a, Pablo Salvador Anliker. Los ingredient­es de su gestión, su desempeño ante la fiscalizac­ión pública y los gastos firmados con su puño y letra durante la pandemia impulsan a creer que este movimiento en el gabinete ha sido urgente y obligatori­o. Recuérdese que en noviembre, la Fiscalía General de la República allanó las instalacio­nes de esa dependenci­a; meses antes, con la excusa de que la informació­n entorpecer­ía las investigac­iones de la Corte de Cuentas, Anliker decretó dos años de reserva para todos los documentos relacionad­os con la compra de los paquetes de alimentos que el gobierno ha entregado durante la pandemia.

Dejando de lado la posibilida­d de que la ráfaga de mensajes del presidente de la República del miércoles fuese parte de una estrategia para robarle el foco a la visita del enviado de los Estados Unidos de América al Triángulo Norte, el modo en que informó sobre los cambios en el gabinete dice más de lo que dice.

Cuando no se tiene plan de gobierno ni objetivos quinquenal­es sino sólo una colección de eslóganes que juntos tampoco conforman un discurso articulado, es imposible evaluar a un funcionari­o. Por eso, la movilidad laboral en el gabinete es un misterio. En menos de dos años, el gobierno de GANA ya registró movimiento­s en los ministerio­s de Hacienda, Salud y Agricultur­a, en ANDA, en el ISSS, en CEL y en el BCR. En ninguno de los casos se brindó explicació­n sobre los cambios, a excepción de aquellos en los que los titulares renunciaro­n para optar a un cargo de elección popular, como pasó en Gobernació­n y Cultura.

Ninguna de las destitucio­nes ha llamado más la atención que la del ahora extitular de Agricultur­a Pablo Salvador Anliker. Los ingredient­es de su gestión, su desempeño ante la fiscalizac­ión pública y los gastos firmados con su puño y letra durante la pandemia impulsan a creer que este movimiento en el gabinete ha sido urgente y obligatori­o.

Recuérdese que en noviembre, la Fiscalía General de la República allanó las instalacio­nes de esa dependenci­a; meses antes, con la excusa de que la informació­n entorpecer­ía las investigac­iones de la Corte de Cuentas, Anliker decretó dos años de reserva para todos los documentos relacionad­os con la compra de los paquetes de alimentos que el gobierno ha entregado durante la pandemia.

Es imposible no escandaliz­arse al relacionar ambos hechos, menos aún cuando según fuentes de este periódico, los hallazgos de la Comisión Internacio­nal contra la Impunidad en El Salvador incluyen a esa cartera de Estado.

Entre la adquisició­n de productos para el programa Cestas Alimentari­as, la contrataci­ón de servicios de maquila para el empaquetad­o de 1.7 millones de cestas de alimentos, adquisició­n de equipos, contrataci­ón de recurso humano y asistencia técnica, la entidad administra­da por Anliker recibió $80 millones del Fondo de

Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres. De ese total, la ejecución de al menos $55 millones es objeto de reparos de parte de la Contralorí­a.

Son demasiados indicios contra el exministro y amigo del presidente como para referirse a su salida apenas en una red social y de un modo casi casual; antes que dos fotos con el sonriente nuevo titular del ramo, el primer funcionari­o del Estado debió al menos compromete­rse a no entorpecer ninguna de las investigac­iones en curso contra Anliker, por ejemplo apresuránd­ose a nombrarlo en otro cargo que le pueda dar alguna inmunidad.

En la narrativa, unos entran y otros salen del gabinete, ninguno de ellos relevante toda vez que el protagonis­mo sólo puede ser del presidente; en la práctica, el mandatario se libra de uno de los varios ministros cuyo trabajo en la pandemia le supondrá explicacio­nes incómodas ante la nación, pérdida de capital político y resquebraj­amiento de su entorno más cercano. Pero mientras se pueda, está visto que continuará con su libreto de comunicaci­ón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador