S&P mantiene la nota pero advierte sobre gobernabilidad
La calificadora mantiene la calificación de B- “estable” pero señala el deterioro fiscal y la debilidad de los pesos y contrapesos en materia de gobernabilidad.
La calificadora de riesgo Standard&poor's (S&P) confirmó las notas soberanas de largo y corto plazo de B- y B con perspectiva “estable” para El Salvador.
“La perspectiva estable refleja nuestra expectativa de que El Salvador continúe recibiendo importante apoyo externo en 2021, ante una situación fiscal deteriorada, que brindará liquidez y limitará el riesgo de refinanciamiento de la deuda soberana en los siguientes 12 a 18 meses”, reza el comunicado.
Este B - “estable” es la nota y perspectiva que el país mantiene desde diciembre de 2018, previamente El Salvador había caído en categoría de “default” con una nota de CCC+, al no haber pagado la deuda con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en abril de 2017.
Aunque B - es solo un estadio arriba a la C, S&P detalla que la calificación “refleja las debilidades institucionales, las cuales se han manifestado en episodios de inestabilidad política causada por los deficientes pesos y contrapesos... además, incorporan finanzas débiles y la elevada carga de deuda”, sobre todo acrecentada por la fuerte dependencia de la deuda interna a corto plazo.
La calificadora de riesgo está a la espera que el gobierno negocie un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “lo que garantizaría el financiamiento oficial y proporcionaría un ancla de política para la corrección fiscal”, aunque agrega que el perfil fiscal del país continua “bajo presión” por el incremento del déficit y la deuda pública.
El año pasado la deuda del Gobierno llegó a los $22,625.53 millones, un 14 % más a lo registrado en 2019 y rozando el 90 % del Producto Interno Bruto (PIB) y las emisiones de Letras del Tesoro (LE
TES) cerraron 2020 en $1,315 millones.
“Los esfuerzos por lograr la consolidación fiscal, respaldados por la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2016 y la reforma de pensiones en 2017, han demostrado no ser suficientes para reducir el muy alto nivel de deuda del soberano”, dice S&P.
Para Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) las calificadoras evalúan sobre todo la capacidad de pago del país y actualmente no se espera que se den otros movimientos de las notas a la espera de las negociaciones del acuerdo con el Fondo.
“El escenario visto desde afuera es que si el gobierno públicamente dice que está negociando con el FMI, se sobreentiende que se va a lograr un consenso para estabilizar las finanzas públicas”, agrega.
Por otra parte, la calificadora señala que contar con la mayoría en la Asamblea, ayudará que el Ejecutivo apruebe reformas, presupuestos, nuevos préstamos hasta nombramientos clave en la Corte Suprema de Justicia y la fiscalía, pero advierte que de tener una “mayor concentración de la formulación de políticas en manos del presidente podría afectar los ya débiles pesos y contrapesos entre las instituciones públicas del país”.
Castaneda detalla que es importante estabilizar las finanzas pero también lo es fortalecer la democracia.
“Una mayor concentración de la formulación de políticas en manos del presidente podría afectar los ya débiles pesos y contrapesos entre las instituciones públicas del país”. Informe STANDARD&POOR'S