CAMBIOS EPOCALES
Definitivamente el covid-19, que llegó para quedarse, ha significado un cambio trascendental en todas las esquinas del planeta. Nada ni nadie seguirá siendo igual luego del azote de la pandemia que venimos sufriendo desde hace más de un año.
El mundo ha sido convulsionado por acontecimientos geopolíticos de consecuencias impredecibles para el futuro del género humano.
Un punto caliente del Oriente Medio lo constituye la probabilidad de que la República Islámica de Irán haya logrado construir la bomba atómica, sería la segunda nación musulmana, luego de Pakistán, en poseer armamento nuclear. Enemiga acérrima del Estado de Israel, en cuya declaración de principios está borrar a Israel de la faz de la tierra, los márgenes de maniobra del Estado sionista son pocos. Luego de espectaculares sabotajes contra instalaciones nucleares persas y el asesinato selectivo de científicos iraníes, a Israel solo le resta el uso de la bomba atómica contra Irán, antes de que la República Islámica lance un ataque nuclear contra Tel Aviv.
En Europa, la disputa entre la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) y la Federación Rusa se ha trasladado al tablero político local de Ucrania, en disputas territoriales por la anexión de Crimea a Rusia y la proclamación de las repúblicas separatistas de Lugansk y Donetsk; y últimamente, a Bielorrusia, aliado ruso, donde el presidente Aleksandr Lukashenko intenta prolongarse en el poder a fuerza de represión y fraude.
Uno de los objetivos que persigue el enemigo histórico de Rusia, Estados Unidos (EUA), es el desmontaje del gasoducto Nord Stream 2, que va de Rusia a Alemania a través del Mar Báltico y que surtirá gas natural ruso a Alemania y Europa Occidental, más barato, más rápido y de mejor calidad que el de la competencia (léase de EUA). Rusia cuenta con ultramodernas armas hipersónicas que superan a las de OTAN y EUA, y posee el mayor enjambre atómico del mundo; puede golpear en minutos a sus adversarios occidentales.
China sigue enfrascada en una guerra económica con la Unión Europea y los EUA, donde no faltan las políticas de vacunación anti covid-19, embargos, acusaciones de haber producido en laboratorios este virus asesino, sanciones y proteccionismo estilo siglo XIX, poco efectivos contra la que se vislumbra primera potencia económica del planeta.
En Latinoamérica la tendencia antineoliberal sigue ascendiendo con el surgimiento y consolidación de los gobiernos de Bolivia, Argentina,
Perú, México, Chile, Nicaragua, Venezuela, Cuba. En Ecuador hay equilibrio de poder entre las fuerzas progresistas y neoliberales, igual en Uruguay y Paraguay. En Brasil, el expresidente Lula tiene vía libre para su reelección presidencial en 2023.
El Salvador se acerca a China, Rusia, Catar, pero descuida las relaciones con EUA, donde viven 3 millones de salvadoreños, a quienes debe proteger residencia y estatus legal. Están en juego aspectos vitales de la economía y la familia; la diplomacia bukeliana debe tejer fino para evitar la confrontación y posibles represalias contra nuestros connacionales en EUA.
Una patidifusa política gubernamental está erosionando la arena política con innumerables frentes: contra la ANEP, UCA, OEA, EUA, enfrentamientos inútiles contra periodistas, juristas, clase política tradicional, debate con el bitcóin y su minería. Un desgaste que no suma sino que resta. Lo dijo Sun Tzu hace 2,500 años: la guerra se gana antes de ir al combate.
Enfrentamientos inútiles contra periodistas, juristas, clase política tradicional, debate con el bitcóin. Un desgaste que no suma sino que resta.