Más dudas que goles
España y Suecia no se hicieron daño por decisión propia, en un partido de muchas alarmas para los ibéricos.
ALEGRÍA PARA BÉLGICA
El mediocampista de la selección de Bélgica Kevin De Bruyne regresó a los entrenamientos y podría ver acción el jueves ante Dinamarca en el duelo de la Euro. De Bruyne se no jugó en la victoria de su equipo 3-0 sobre Rusia en su primer juego del certamen.
spaña se ha habituado demasiado al empate, cinco en sus últimos ocho partidos; el mismo resultado con el que se estrenó en la Eurocopa 2020 ante Suecia 0-0, entre la reincidencia de Álvaro Morata en una ocasión tremenda y del equipo en general, imponente el primer tiempo y mucho menos el segundo.
La selección española no es favorita. Ni siquiera en Sevilla. Le queda mucho por atravesar para ganarse una condición que se merece con victorias, con goles, con argumentos mucho más rotundos, solventes y apreciables de los que propone hoy por hoy España, que juega bien a ratos, que no lo hacen bien en otros, que se estrella en su propia ineficacia ofensiva y que se percibe vulnerable atrás.
Si alguien se hizo acreedor del triunfo fue ella, sin duda, ante Suecia, pero tanto pudo ganar como pudo perder.
Si entre Marcos Llorente y el poste no hubieran repelido una oportunidad de Isak. O si Berg, solo para el remate a un metro, no la hubiera pifiado cuando el encuentro ya se movía en una incertidumbre estresante.
Impredecible casi siempre en cada alineación, Luis Enrique fue más previsible que nunca en su once -sin un solo matiz fuera de lo esperado, con dos centrales zurdos, con Unai Simón como portero y con Álvaro Morata como delantero, pero también en los mecanismos que tanto ha trabajado siempre, de la
presión a la posesión o viceversa, tal y como ocurrió en su estreno europeo ante Suecia, con momentos lúcidos, con otros más
no tanto. Aún está muy lejos de ser incontestable, ni siquiera tan resolutiva como pretende.
Cierto es que Suecia fue nada más en ataque lo que le dejó España, menos aún al principio, devorada cuando encontró la pelota en alguna ocasión, sin una sola opción de descubrir más horizonte que el medio campo, irrelevante con el balón en ataque o en cualquier sector, era un bloque compactado en su territorio, fiado a una estructura, a un juego de resistencia.