ILIQUIDEZ QUE MATA
El más inmediato de los graves problemas que enfrenta este gobierno es la falta de fondos, iliquidez severa con el agravante de que ellos mismos han ido cerrando las puertas de quienes pueden ayudarnos. Al dar el golpe de Estado y remover jueces sin razón, sin criterio y sin legalidad, entraron un paso más adentro en la categoría de dictadura que irrespeta el Estado de derecho, la Constitución y cuanta ley se ponga enfrente de sus caprichos y esa conducta no es aceptable para Estados Unidos que tiene el voto principal en el Fondo Monetario Internacional, que es la opción número uno para un país ilíquido y ultra endeudado.
La iliquidez del gobierno es muy severa, en columna anterior relataba que expertos estiman que el combustible le alcanzaba al gobierno para uno o dos meses. Ya vemos las señales de eso, vacían sus cuentas bancarias para pasarlas a los bancos estatales, el Hipotecario y Bandesal. Vemos algo nunca visto en los tiempos cercanos, se endeudan sobre los certificados de depósito a plazo, en el argot financiero a eso le llaman “raspar las cacerolas”, ya agotaron su liquidez y las fuentes de financiamiento.
Pronto comenzarán a demorar pagos a proveedores, a demorar la inversión pública, probablemente a demorar salarios... allí se arma la oposición pública más virulenta como se ha visto en los países que caen en ese tipo de impago.
El gobierno intentaba una forma de imprimir dinero con las maromas del bitcóin, del dólar virtual vía Chivo wallet o un mecanismo similar, pero el experimento vía cantada no ha funcionado ni se ve que tenga viabilidad alguna.
Esas acciones repercuten en toda la economía, la inflación se vuelve galopante, sube la canasta básica y artículos de primera necesidad, materias primas, energía y agua, apretando a la población. ¿Hay remedio? No tan fácil pero sí, negociando un crédito con el Fondo Monetario, para ello tendrían que mostrar una virtud que no se les conoce. La humildad y retroceder en las medidas que ellos indican que son necesarias para considerar al país sujeto de crédito.
Hay quienes piensan que la solución es China, que probablemente esté dispuesta a financiar este desmadre. Los estudiosos de China no lo descartan, los han visto operar en otros casos. Primero, como los agiotistas, esperarían que el gobierno esté mucho más ahorcado, más desesperado para prestar en condiciones durísimas, que no acepta alguien solvente.
Analistas estadounidenses han publicado en diferentes medios, que en su criterio ese es el papel que juegan los venezolanos del gabinete en la sombra, colocadores de créditos salvajes de China agentes para comprar países en Latinoamérica.
El fenómeno, señalan esos analistas, se dio a raíz de que Venezuela le debe miles de millones a China y no tiene cómo pagarle, el petróleo no da para mucho.
Siendo los chinos estrategas, jugadores de largo plazo, para proteger su posición, reclutaron a líderes de la oposición y sus equipos, por si Maduro cayera y el poder cambiara de manos, le cobrarían o embargarían a amigos, a empleados colocadores de fondos, la situación sería más fácil.
Hay partidarios del gobierno que ven eso como cosa fácil, pan comido, “que se frieguen los gringos”. Nada más equivocado, ni es fácil y es caer en la boca del lobo, es muy delicada la situación.
La receta de endeudarse sin freno, gastar como supermillonario sin dar cuentas y caer en un estado cada vez más dictatorial es la tormenta perfecta.
La inflación se vuelve galopante, sube la canasta básica y artículos de primera necesidad, materias primas, energía y agua, apretando a la población.