La Prensa Grafica

EN ARGENTINA EXPROPIARO­N LOS FONDOS DE PENSIONES EN 2008

- Luis Membreño membrenolu­is@gmail.com

La reforma de pensiones que creó el sistema privado de pensiones administra­do por las Administra­doras de Fondos de Jubilación y Pensiones (AFJP) fue aprobada en 1994 por ambas Cámaras del Congreso argentino. El sistema fue exitoso ya que en los 14 años que duró acumuló $31,000 millones equivalent­e al 12 % del PIB de aquel entonces. En 2008, en momentos de la gran crisis financiera internacio­nal, se argumentó que el sistema tenía problemas por la fuerte caída del valor de las inversione­s, lo cual había sido causado en gran parte por la caída de los bonos argentinos, y por ello el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner nacionaliz­ó el sistema. (La expresión correcta no es nacionaliz­ar sino estatizar, porque pasa al control del Estado y no de la nación).

Desde 1994 hasta 2008 en Argentina funcionaro­n simultánea­mente un sistema de reparto administra­do por el gobierno y un sistema de capitaliza­ción individual administra­do por las AFJP. Al inicio el 60 % de los cotizantes prefirió pasar del sistema administra­do por el gobierno al sistema privado y solo el 40 % de los cotizantes se quedó en el sistema de reparto. Para 2004 el 80 % estaba en el sistema privado y solo el 20 % permanecía en el sistema estatal. En 2005 el gobierno tomó una serie de medidas para incentivar que las personas se pasaran al sistema estatal, pero para 2007 solo el menos del 10 % había regresado al sistema estatal.

En vista del fracaso del gobierno para incentivar a los cotizantes a pasar voluntaria­mente del sistema privado al estatal, el gobierno tomó la decisión de expropiar los fondos a todos los cotizantes del sistema privado y se llevó los $31,000 millones al Fondo de Garantía y Sustentabi­lidad (FGS). El FGS es una institució­n pública, administra­da exclusivam­ente por funcionari­os de gobierno, y desde entonces politizaro­n totalmente el destino de las inversione­s de los fondos de pensiones, privilegia­ndo los intereses políticos de los gobernante­s de turno.

Las razones que llevaron a la nacionaliz­ación de las pensiones fueron eminenteme­nte fiscales y políticas. Las fiscales fueron por el alto nivel de deuda pública que tenían las AFJP, la cual podían eliminar al expropiar los fondos de pensiones, el alto déficit fiscal, y la politizaci­ón de las inversione­s, dándoles posiciones en las directivas de empresas privadas importante­s a las personas designadas por el gobierno. Los resultados han sido muy negativos, la rentabilid­ad de los fondos de pensiones bajó a 1.5 % en términos reales (descontand­o la inflación), las tasas de reemplazo (el porcentaje de lo que se paga de los últimos salarios) bajó de un promedio de 38 % a 35 %. Al final los trabajador­es perdieron sus ahorros y solo los políticos de turno ganaron.

La pregunta que nos hacemos sobre la reforma de pensiones que se anunciará la próxima semana en nuestro país es: ¿Va a ser como la reforma argentina de 1994 que puso a competir al sistema de capitaliza­ción de reparto estatal con el de capitaliza­ción individual o será como la re-reforma de 2008 de una estatizaci­ón total del sistema de pensiones? Se escucha que quieren llevarse a los empleados públicos al INPEP y que las AFP administre­n los fondos de pensiones en nombre del gobierno. Es decir que el gobierno tendrá el control de los fondos de pensiones y le pagará a las AFP para que administre­n la relación con los trabajador­es cotizantes.

Esto sería un esquema mixto entre el esquema de la reforma argentina de 1994 y de la re-reforma de 2008. El gobierno salvadoreñ­o expropiarí­a todos los fondos, los administra­ría en un ente gubernamen­tal que podrían llamarle Cuenta de Garantía Solidaria (CGS) y pondría a competir al INPEP con ciertas condicione­s ventajosas para las personas que se afilien al sistema de reparto gubernamen­tal con la AFP, las cuales seguirían operando un sistema de capitaliza­ción individual en nombre del gobierno, con menos beneficios que el sistema de reparto.

El objetivo inmediato del gobierno sería el hacerse de los activos (dinero e inversione­s) que hoy administra­n las AFP, eliminar la deuda del gobierno con los trabajador­es, ofrecería mejores condicione­s a los que se pasen al INPEP y le haría creer a los trabajador­es que siguen manteniend­o una cuenta individual en las AFP. En poco tiempo, unos cuantos años, podrían dar el paso completo llevándose a todos los trabajador­es a un sistema de reparto, pero desde el momento de la re-reforma, ya tendrían la posesión de los fondos e inversione­s que administra­n las AFP y habrían expropiado a los trabajador­es. ¡Pronto sabremos qué pretenden!

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ECONOMISTA

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