EL 17, MARCHAMOS
Estamos a escasos 4 meses y una semana desde que la república desapareció. A las ocho de la mañana de su primer día, los empleados de bukele se sentaron y mancillaron las curules legislativas, destituyendo inconstitucionalmente a los honorables magistrados de la Sala y los sustituyeron por los usurpadores que hoy ocupan sus despachos. Ese mismo día cambiaron ilegalmente al fiscal y se blindaron con una ley espuria para que nadie pueda en el futuro perseguir los delitos que se hubieran cometido durante la pandemia.
Esos mismos títeres, a partir de entonces acuerpados por los bufones que juegan a jueces en la Corte Suprema y por el fiscal general impuesto por el régimen, han destruido toda la institucionalidad posible y han llegado al cinismo más abyecto, al construir leyes a la medida, a las que le han dado carácter de retroactividad, para perseguir, acorralar y encarcelar a sus opositores, habiendo solicitado una alerta de difusión roja por la Interpol contra sus enemigos; misma que –gracias a Dios– no fue escuchada porque la policía internacional la consideró un acto de persecución política.
La república desapareció hace apenas 4 meses y nueve días y los jerarcas del régimen se pavonean por las redes sociales amenazando a todos los demás en tanto rompen cuanta ley y normativa les apetece. La Constitución es ya solo un papel sin valor para esos asquerosos seres y si la van a modificar o no, ya no es importante porque los sirvientes en la CSJ ya le dieron al lord tenebroso el beneplácito para su reelección indefinida.
El cinismo de esa gente es tan macabro, que para la conmemoración de la independencia, mandaron a acuñar monedas de oro macizo, no con la imagen de los próceres, sino con el monigote de la cara de bukele y su mujer. Un millón de dólares desperdiciados en quien sabe qué, mientras la población sufre la carestía de los alimentos, agua, luz y gasolina. Un millón, que se suma a los cientos de millones que en este tiempo la Asamblea de facinerosos ha prestado, negando la posibilidad de ser auditados, por reservar del dominio público, todo cuanto hacen.
Pero no contaban con el hastío de la gente, que como decía en mi artículo pasado, delante del hartazgo producido por la corrupción desbordante de estos, que por mucho resultaron ser los peores de todos, salieron a marchar durante el 15 de septiembre; y lo han seguido haciendo, para rabia del dictador y sus esbirros.
Es que la cosa ya no tiene otro camino; el tirano ha quemado todos los puentes y ha intentado destruir toda la trama democrática que teníamos. Los nuevos “jueces” (porque también ha querido destruir la independencia judicial, “jubilando” o desplazando a los juzgadores independientes del régimen) ya no se opondrán a los caprichos del autócrata y mirarán en la perpetuación, el camino de su conveniencia. Por eso es que ya no hay otra ruta; es el mismo dictador quien sin quererlo lo impuso. Porque don... bukele no quiso gobernar con la ley y la Constitución bajo el brazo; y desperdició la oportunidad histórica de haber pasado a los libros de texto como un estadista; para solo ser recordado como uno más de los muchos opresores que tuvimos que aguantar en estos doscientos años de vida republicana.
El 17 de octubre, en medio del robo descarado que están haciendo con la billetera “chivo”, donde han empezado a desfalcar con los DUI ajenos, a decenas de miles de usuarios que nunca han utilizado esa aplicación (yo soy una víctima de esto); en medio del robo a la propiedad intelectual y a las pensiones; en medio del robo a los cotizantes y a quienes ahorran en los bancos; en medio del robo del FODES y del saqueo al Estado; tenemos el derecho y el deber cívico de manifestarnos; para que este abusivo usurpador y sus lugartenientes sepan que la República es sagrada; que la patria se respeta y que NADIE está sobre la ley.
El camino sigue, a través de la corrupción imperante que engloba todo lo que estos canallas tocan; y por eso la próxima concentración es tan importante, cuando volveremos a gritar a todo pulmón, las tres palabras que engloban nuestra identidad: DIOS, UNIÓN, LIBERTAD.
Por eso es que ya no hay otra ruta; es el mismo dictador quien sin quererlo lo impuso. Porque don... bukele no quiso gobernar con la ley y la Constitución bajo el brazo.