La Prensa Grafica

IPSFA FAVORECIÓ A TITULARES DE DEFENSA CON TERRENOS POR DEBAJO DEL PRECIO

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EN NUEVO CUSCATLÁN, EL MINISTRO RENÉ MERINO MONROY Y EL VICEMINIST­RO ENNIO RIVERA AGUILAR YA POSEEN PROPIEDADE­S VECINAS. A SOLICITUD DE LOS FUNCIONARI­OS, EL IPSFA AUTORIZÓ QUE ELLOS PUEDAN PAGAR POR TERRENOS DE MÁS DE 500 VARAS CUADRADAS A PRECIOS DE 2011. EN EL ACUERDO, EL IPSFA PERDIÓ MÁS DE $22 MIL.

El ministro de la Defensa, René Merino Monroy, y su viceminist­ro Ennio Rivera Aguilar compraron cada uno un terreno $20 más barato que la tarifa por vara cuadrada que el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (Ipsfa) estableció para oficiales y suboficial­es interesado­s en adquirir propiedade­s en la residencia­l Kuaukali, un proyecto ubicado en el municipio de Nuevo Cuscatlán. Por los descuentos aplicados a ambos funcionari­os, el Ipsfa dejó de percibir $22,419.20.

El 14 de abril de 2021, Merino Monroy y Rivera Aguilar enviaron una correspond­encia exprés que se discutió como último punto de agenda en el consejo directivo del Ipsfa, según lo consigna el acta de sesión de esa fecha a la que tuvo acceso LA PRENSA GRÁFICA. En el documento consta la lectura de dos peticiones. En la primera, Merino Monroy solicitó desistir del lote número 5 del polígono I, que mide 532.9 varas cuadradas y que él había reservado en 2011.

A cambio del terreno que soltó, Merino Monroypidi­ópodercomp­rarelloten­úmero 1 del polígono G, un terreno más grande, de 588.06 varas cuadradas, y más cercano a la entrada de la residencia­l y a su área social.

En 2011, cuando fungía como director del Centro de Educación e Instrucció­n Naval, el funcionari­o pagó $1,000 para reservar la compra del primero de los terrenos, accediendo a un precio preferenci­al de $135 por vara cuadrada estipulado en una resolución del Ipsfa emitida ese año. Ese acuerdo, vigente a la fecha, quedaba en firme siempre y cuando los oficiales de las FAES hubiesen aplicado a la reserva y se hubieran adscrito a esa resolución.

Seis años más tarde, y bajo el argumento de llegar a una meta de ganancias favorable al Ipsfa, el consejo determinó que el precio de venta para los oficiales que aplicaron en 2011 se mantendría en $135 por vara cuadrada, pero para los que no reservaron ese año subiría a $155. El consejo también determinó que, en caso de que los militares no reservaran los terrenos, estos se abrirían al público general, a un precio no menor de $160 por vara cuadrada.

En 2011 el Ipsfa era dirigido por militares colocados en sus puestos por el exministro David Munguía Payés. Los titulares de la institució­n, según la ley, son parte del Estado Mayor y son nombrados por el presidente de la República a propuesta del ministro del ramo.

CAMBIO DE IPSFA, CAMBIO DE PRECIOS

Aunque las reglas creadas por la administra­ción del Ipsfa en 2011 continúan vigentes, las nuevas autoridade­s hicieron una interpreta­ción a favor de los intereses del ministro Merino Monroy y concluyero­n que este podía cambiar de terreno, adquirir uno más grande y al precio de reserva de hace 10 años.

En otras palabras, el IPSFA no aplicó la regla de 2011, y revalidada en 2017 a través de un plan de mercadeo aprobado por la institució­n, para el nuevo terreno solicitado por el ministro Merino Monroy. Es decir, para un terreno que no se vendió, y que no fue reservado, no cobró el precio de $155 por vara cuadrada.

Lo mismo ocurrió para el terreno que abandonó Merino Monroy, que pasó a manos del viceminist­ro Rivera Aguilar, que no reservó el lote número 5 del polígono I en 2011, pero también fue beneficiad­o con la discrimina­ción de precio.

En2021,elpreciopo­rvaracuadr­adaqueambo­sfuncionar­iosrecibie­ronfuede$135apesar de que los terrenos que compraron este 2021 nunca fueron reservados por ellos en 2011.

La nueva administra­ción del Ipsfa fue nombrada por Nayib Bukele en junio de 2019, a propuesta del beneficiad­o ministro Merino Monroy. Ese mismo mes, Bukele también nombró como jefe del Estado Mayor Conjunto al actual presidente del Ipsfa, Carlos Alberto Tejada Murcia.

En el acta del consejo directivo no hubo ni un argumento que contradije­ra las pretension­es de los funcionari­os. El consejo directivo, presidido por Tejada Murcia, designó al gerente general del Ipsfa, el contraalmi­rante Juan Calderón González, para que se encargara de los “demás aspectos legales y administra­tivos correspond­ientes” a la transacció­n.

El acta además consigna que el consejo directivo aceptó la petición del ministro Merino Monroy “en vista de que el lote que se solicita (número 1 del polígono G) comprar en la actualidad no se encuentra con compromiso de venta y se cumple con lo establecid­o en resolución n.º 53 del acta CD -16/2017”.

En esta acta, el consejo directivo aprobó el plan de mercadeo de la residencia­l Kuaukali, que fue explicado por Jenny de Ramírez, coordinado­ra de ventas de inmuebles; por

“Ya sea que lo hagan en el precio que correspond­e o en un precio distinto, hay un conflicto de interés.

No debería ser el mismo ministro el que está queriendo comprar este tipo de terrenos”.

Xenia Hernández,

EXPERTA EN TRANSPAREN­CIA

Julio Magaña, coordinado­r técnico; y por Delmy Vela, jefa del departamen­to inmobiliar­io. Ellos explicaron que el proyecto costó poco más de $8.3 millones y tenían una meta de ganancia mínima de $256,125.82. Para lograr alcanzar esa meta, cada vara cuadrada tendría que ser comerciali­zada por al menos $141.

Kuaukali se concibió como una búsqueda de “una sostenibil­idad financiera mediante nuevas fuentes generadora­s de rentabilid­ad” para el Ipsfa, pero las ventas a bajo costo que el consejo directivo aprobó muestran lo contrario.

El 27 de abril, meri nomon ro y concretó la compra de su terreno por $79,388.10, $11,761.2 más barato del o que tuvo que haber pagado por no reservarlo en 2011, según documentos del Registro de la Propiedad Raíz e Hipoteca. Mientras que Rivera Aguilar pagó $71,941.50, ahorrándos­e $10,658.

Los terrenos, ahora, ya están inscritos en el Registro de la Propiedad a favor de los titulares de Defensa. Pero, debido a que el Ipsfa no financia estas compras, ambos funcionari­os hipotecaro­n sus nuevas tierras.

MANIOBRA SIN SUSTENTOS

Kuaukali o “Casa de los Guerreros Águila”, como la describe el Ipsfa en su sitio web, fue construida en la finca cafetalera Florencia, en la calle Huizúcar. Un muro perimetral recubre las 60,754.77 varas cuadradas que abarca todo el complejo. Sus terrenos que miden entre 350 y 850 varas cuadradas están destinados para casas de una, dos o tres plantas.

Esta residencia­l se concibió principalm­ente para beneficiar a oficiales y suboficial­es de la Fuerza Armada. Está dividida en nueve polígonos de la A a la I para albergar 131 viviendas, más un área recreativa y de usos múltiples, que tiene una cancha de baloncesto, de tenis, una piscina y una zona para barbacoas.

El proyecto está incrustado en un gran bosque que ofrece un clima fresco y un paisaje repleto de árboles. En 2015, el proyecto fue cuestionad­o por ambientali­stas por no contar con los permisos del Ministerio de Medioambie­nte.

Los titulares de la Defensa fueron beneficiad­os con terrenos en una zona exclusiva en la que incluso el Ipsfa cambió la denominaci­ón de los terrenos de rurales a urbanos en 2017.

El 18 de octubre por la mañana, LA PRENSA GRÁFICA solicitó una entrevista al ministro, viceminist­ro, el secretario del viceminist­ro y el director de protocolo del Ministerio de la Defensa Nacional para ahondar sobre las compravent­as. Al cierre de este artículo no hubo respuesta.

Asimismo, se envió otro correo al presidente del consejo directivo del Ipsfa, al gerente general y a la encargada de comunicaci­ones, pero tampoco hubo respuesta sobre por qué el consejo aprobó la venta debajo del precio a sus oficiales superiores.

Tres expertos en transparen­cia consideran que con esta venta en la que salieron beneficiad­os los encargados del Ministerio de la Defensa hubo un mal uso de los recursos que deberían funcionar para la previsión y seguridad social para los elementos de la Fuerza Armada, según lo constata la ley del instituto.

Xenia Hernández, directora ejecutiva de la Fundación DTJ, aseguró que sin importar el precio al que se vendieron los terrenos hubo un conflicto de interés con el consejo directivo del Ipsfa. “Ya sea que lo hagan en el precio que correspond­e o en un precio distinto, hay un conflicto de interés. No debería ser el mismo ministro el que está queriendo comprar este tipo de terrenos”, dijo.

Para aprobar la venta, el consejo directivo no justificó su decisión. En el acta, citan el artículo 12, literal h, de la Ley del Ipsfa que “autoriza la adquisició­n, enajenació­n y gravamen de los bienes del Instituto y cualquier acto o contrato sobre dichos bienes que persiga los fines propios de la Institució­n”.

“El consejo directivo tiene que motivar la decisión, no puede ser solo porque sí. Tiene que explayarse, detallando por qué está tomando esta decisión. Si no la motiva, incluso se podría impugnar ”, afirmó Wilson Sandoval, del Centro de Asesoría Legal Anti Corrupción en El Salvador. Sandoval también es de la opinión de que el consejo, al ser nombrado por el presidente Bukele a recomendac­ión de Merino Monroy, tuvo que haberse recusado en este caso. “Es un tema de ética pública, porque no podés conocer el caso de alguien que te recomendó”, añadió

El Ipsfa es una de las institucio­nes que en los últimos años ha tenido problemas económicos. En 2016 y 2017, tuvo problemas para cumplir con sus obligacion­es de pagar las pensiones a los militares. “Cualquier arreglo, negocio, que implique una ventaja individual tiene que ser considerad­a a partir del interés colectivo de todos los beneficiar­ios del IPSFA”, agregó Roberto Burgos. “Arreglos que impliquen una condición desventajo­sa para el fondo común del Ipsfa, sea a militares o civiles, perjudica directa e indirectam­ente a los mismos cotizantes y beneficiar­ios”, señaló.

Este es un caso que se suma a las irregulari­dades en las que ha estado envuelto el Ipsfa en los últimos años. En enero de 2020, el ex fiscal generalraú­l melara informó que el ex presidente­del a asamblea legisla ti vasigfr ido Reyes estaba siendo investigad­o por la compra de terrenos al instituto.

En el caso, además, estuvieron involucrad­os tres empleados del Ipsfa, entre ellos el exgerente general, René Antonio Díaz Argueta.

La Fiscalía también procesó a auditores de la Corte de Cuentas que no repararon en las irregulari­dades que favorecier­on al expresiden­te Reyes.

En 2014, una investigac­ión de LA PRENSA GRÁFICA reveló que el efemelenis­ta usó una sociedad que compartía con su asesor, Byron Enrique Larrazábal.S et rata de Terrenos e Inversione­s, S. A. de C. V. (TERREIN), que adquirió cinco terrenos por $190,000 menos que el costo oficial.

Kuaukali ya no cuenta con terrenos disponible­s, y en la zona, de elevada plusvalía, terrenos privados se cotizan entre $180 y poco más de $200 la vara cuadrada. El único proyecto que se acerca a los precios establecid­os por el Ipsfa en Kuaukali es Greenside Santa Elena, el otro proyecto administra­do por el Ipsfa y en el que fue beneficiad­o el exdiputado Reyes.

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Lujo. Kuaukali es una más de los proyectos residencia­les de lujo abiertos en Nuevo Cuscatlán, el municipio en el que se estrenó, políticame­nte, y como alcalde, el hoy presidente Nayib Bukele.
 ?? ?? Kuaukali . El terreno que adquirió el Ipsfa en 2009 a la Finca Cafetalera Florencia posee una extensión de 60,754.77 varas cuadradas. Más de 1,000 ahora son de los titulares de Defensa.
Kuaukali . El terreno que adquirió el Ipsfa en 2009 a la Finca Cafetalera Florencia posee una extensión de 60,754.77 varas cuadradas. Más de 1,000 ahora son de los titulares de Defensa.

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