EL BÁLSAMO DEL FUTBOL
El sueño de 7 millones se nos volvió a esfumar. Al sentirla cerca, la mara ya cotizando pasajes a Catar y las camisas azules se agotaron en Siman. Crudo despertar: miércoles 13/10/2021; a México no le ganamos, y (otra vez) al mundial no vamos.
Yo estaba goloso: al mundial sí vamos y a México, en El Coloso, le ganamos. Claro, sin argumentos técnicos pues nacas para el futbol, pero cruzando los dedos por semejante bendición, que tendría efectos balsámicos en la economía y en la población.
Los salvadoreños necesitamos sanar nuestras heridas, ablandar nuestros corazones, aprender a convivir sin importar afiliación política ni clase social, y eso es precisamente lo que logra el bálsamo del futbol.
Cuando juega la Selecta, nuestro orgullómetro aumenta vistiendo de azul; cambiamos la política por el futbol, andamos platicones y de buen humor, el corazón se nos ablanda, todo esto sucede X2 las veces que jugamos en casa.
Cuando juega la Selecta, se activa el penómetro de la mayoría, al ser testigos de un ataque miado-bolsar a la cancha, y al escuchar la caja de lustre, a todo pulmón (con todo y “La Vieja”), durante el himno visitante. Sobre todo, si es México, rivalidad heredada de nuestros antepasados Aztecas y Pipiles Mayas.
Pena ajena al enterarnos de que por el ataque bolsar, la caja de lustre y expresiones políticas (en un santuario donde lo político no tiene visa), le cayó semejante multa de más de $30k a la FESFUT. Zumbaba Twitter con la noticia. “Qué ahuevada”, esconde su cabeza tras un ala la lorita Pepita. Ah, y en el juego contra Jamaica, del viernes 12 de noviembre, vacías las graderías atrás de ambas porterías (leche la del portero rastafari).
La verdad que hasta que no nos civilicemos no merecemos regresar al mundial. Digo regresar para recordarles que El Salvador ha dicho presente en 2 mundiales. México 70 y España 82 (ala vos, los chapines nunca han ido). De Catar 2022 nos van ponchando los Aztecas, pero se vale volver a activar el sueño de 7 millones para decir presente en Estados Unidos-méxico-canadá 2026, hay nomacito, en el verdadero triángulo norte. Quién sabe cómo estará el covid.
Esa es otra. Cuando juega la Selecta se activa el pendejómetro, topando el estadio, muchos sin mascarilla, spray de saliva al aire en pleno pico de covid.
Esperemos que, en 2026, estemos libres de covid y que volvamos a demostrar que Al Mundial Sí Vamos y a México le ganamos. Ever Hernández, autor del 1-0 contra México en 1981 (pase para España 82), golazo en el minuto 80, nos demostró que las 2 cosas ¡Sí Se Pueden!
A “subirnos a la Hugoneta” pues, simpática expresión de recién adquisición, al igual que Hugo Pérez, exjugador en la selección de USA, hermano lejano desde sus 11 años (ahora es gringo de Morazán), y técnico fresco de una recién conformada Selecta: juventud divino tesoro, sin mañas, con talento, con potencial para ganarle a México e ir al mundial. Hay que darle tiempo al tiempo.
Ojalá que este rayo de esperanza active nuestro orgullómetro, elimine las razones de nuestro penómetro, y deje de brillar nuestro pendejómetro. Ojalá que el sueño 2026 de 7 millones se convierta en realidad para que el bálsamo del futbol nos transforme en mejores personas. Se vale cotizar los pasajes desde ya.
La verdad que hasta que no nos civilicemos no merecemos regresar al mundial.
“Vaamosss, vamos Seleeeecta, esta nooooche, tenemos que ganaaaar” cantan
desde el patio. Lástima que no ganamos, lorita.