La Prensa Grafica

“YO PERDÍ A MIS AMIGOS. RECORDAR ESO ES LLORAR”

A casi un año del deslave que destruyó a Los Angelitos II, en Nejapa, los habitantes recuerdan con dolor lo ocurrido ese 29 de octubre.

- ZONA INHABITABL­E

duviges Morán, de 70 años, recuerda la noche del 29 de octubre de 2020 con pesar. Él es una de las pocas personas que aún residen en la comunidad Los Angelitos II, en Nejapa, que el año pasado sufrió un deslave donde falleciero­n 10 personas.

Morán recuerda despertar con los gritos y el llanto de su hijo, quien alertaba de lo que ocurría. No encuentra las palabras para describir lo que vio, pero de su memoria no borra los gritos de sus vecinos. Él vive a más o menos una cuadra de la “zona cero”, como se conoce al punto por donde pasó el alúd de lodo y piedras. Su casa no resultó dañada, pero es visible su frustració­n por no haber podido ayudar a muchas personas, debido a la magnitud del desastre.

Las comunidade­s Los Angelitos II se encuentran ubicadas en las faldas del volcán de San Salvador y es una zona de riesgo.

En octubre del año pasado, tras varios días de intensas lluvias, las rocas y la tierra crearon un bloqueo en la ladera del volcán. El agua, buscando salida, rompió el dique que le impedía el paso. Entre las 10:00 y las 11:00 de la noche del 29, el deslave destruyó la comunidad.

“Recordar es muy triste para nosotros”, dice Gloria de Mercedes este 19 de octubre de 2021, a 10 días para conmemorar el primer año del deslave. En el deslave falleciero­n varias personas queridas por la comunidad, dice.

De acuerdo con una reconstruc­ción del periódico digital El Faro, Protección Civil falló en avisar a tiempo del riesgo en la zona por las fuertes lluvias que se esperaban esa noche, pues no activó el Sistema de Alerta Temprana (SAT). Sin esta informació­n, ningún protocolo se activó para socorrer a las familias en Los Angelitos II.

Eduviges Morán, al recordar esa noche, cuenta cómo escuchó los gritos de auxilio de un vecino cercano, atrapado en su vivienda, y al que no pudieron ayudar porque la cantidad de lodo, piedras y escombros se los impedía.

“Gritaba un señor de apellido Barrios”, relata. “La esposa de él contaba que, cuando dormía, se ponía un mosquitero para que no lo picaran los zancudos. Allí quizá se manió él y no podía salir", agrega. “¿Cómo nosotros le podíamos dar auxilio?”, se lamenta.

Tras 70 años viviendo en la comunidad, asegura que nunca habían vivido nada como eso.

“Uno hasta llora de verse en esa situación, uno siente a las personas... Éramos amigos de años, ellos aquí se criaron, aquí llegaron a viejos”, dice

Esobre sus vecinos fallecidos. Morán comenta que, luego de media hora, cuando los gritos de su vecino ya habían parado, las autoridade­s se hicieron presentes. “Pero ya no podían hacer nada porque todo esto, aquí, esta calle, quedó tapada”, relata.

A la zona llegaron militares, policías y funcionari­os. Un recuento realizado por LA PRENSA GRÁFICA durante la cobertura periodísti­ca del deslave encontró que 15 cuentas de Twitter del Gobierno realizaron 342 publicacio­nes sobre la tragedia entre las cero horas y las 2:00 de la tarde del 30 de octubre de 2020. Se compartier­on fotos, videos y frases de los funcionari­os en la “zona cero”, pero en ese momento muy poco se sabía sobre las personas rescatadas, cuántas estaban albergadas y cuántas en hospitales.

El balance final fue de nueve personas fallecidas, un cuerpo desapareci­do y 135 casas dañadas.

Luego del desastre, don Eduviges cuenta que recorrió zona, llegó a las casas donde vivían sus amigos, pero sus amigos ya no estaban.

“Uno se pone a llorar de ver cómo ha quedado esto, de ver las situacione­s causadas por la naturaleza y ver donde un amigo, su esposa y su niña se murieron. Él era un gran amigo”, dice.

Y como a la media hora, ahí venían las patrullas. Pero ya no podían hacer nada porque todo esto, aquí, esta calle, quedó tapada. Habían policías, militares”. Eduviges Morán

Pese a que la zona ha sido declarada como inhabitabl­e, Gloria de Mercedes asegura que ella y su familia se han mantenido en la zona porque es el lugar que conocen. Allí pueden tener a sus animales y mantenerse cerca de sus lugares de trabajo, que para la mayoría es el campo.

La vivienda de Mercedes tampoco fue afectada por el deslave del año pasado, por lo que no fue trasladada a Ciudad Marsella, un proyecto urbanístic­o ubicado en el kilómetro 34.5 de la carretera a San Juan Opico. Sin tomar en cuenta sus opiniones, el Gobierno las trasladó a esa residencia­l.

Santiago Rodríguez, pastor de la iglesia luterana y miembro del colectivo "Salvemos Valle El Ángel", explica que 56 familias de la zona, de la comunidad Los Angelitos I y II, fueron trasladada­s a Ciudad Marsella. De estas, 30 eran de Los Angelitos II, ya que sus hogares fueron completame­nte destruidos. Según datos oficiales, 135 viviendas fueron afectadas por el deslave.

Eduviges Morán tampoco piensa dejar su vivienda en Los Angelitos. Él sostiene que, en toda su vida viviendo en la zona, nunca había pasado nada como lo de la noche del 29 de octubre y espera que no vuelva a ocurrir. Asegura que no co

“Recordar es muy triste para nosotros, porque hace un año nosotros perdimos a personas que era muy importante­s y queridas por la comunidad”. Gloria de Mercedes

 ?? ?? Tragedia. El próximo 29 de octubre se conmemorar­á un año del deslave que arrasó con un centenar de viviendas en la comunidad Los Angelitos II, de Nejapa.
Tragedia. El próximo 29 de octubre se conmemorar­á un año del deslave que arrasó con un centenar de viviendas en la comunidad Los Angelitos II, de Nejapa.

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