LA PELIGROSA DECISIÓN DE NO VACUNARSE
En el momento que inició la pandemia, los científicos y líderes mundiales se dedicaron a encontrar la tan esperada vacuna. Luego de miles de millones de dólares de inversión, varios tipos de vacunas fueron desarrolladas, probadas y están siendo aplicadas a nivel mundial y si bien estas no evitan el contagio, sí pueden disminuir los riesgos de que la enfermedad sea mortal.
En algunos países el proceso de vacunación ha sido exitoso poniendo a disposición de la población la oportunidad de vacunarse de manera acelerada, gratuita y con procesos ágiles de calendarización de citas. Gracias a estos esfuerzos el 48.2 %¹ de la población mundial ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna y en El Salvador este número sube a 65.5 %², siendo de los países con más avance de la región.
A pesar de las facilidades que existen para vacunarse, algunas personas no se han colocado ni una dosis de la vacuna al haber tomado la decisión de no vacunarse. La universidad UTALCA de Chile realizó un estudio que recogió los principales motivos por los que las personas no estarían dispuestas a recibir la vacuna, concluyendo que “los perjuicios de tener la enfermedad no son lo suficientemente fuertes para motivar a la persona a vacunarse”, otros indicaron que no creen que las vacunas resuelven la enfermedad. Al conversar con algunas personas también surgen razones religiosas, miedo a efectos secundarios o incluso la creencia de que su sistema inmune es superior y no creen que podrían contagiarse.
El aumento de las infecciones causadas por la variante delta altamente contagiosa del coronavirus ha dejado en claro que los no vacunados representan un riesgo mortal para los demás y para ellos mismos, significando además enormes costos financieros a la sociedad. Las hospitalizaciones por covid-19 entre no vacunados le costaron al sistema de salud de EUA $2,300 millones en junio y julio³, a esto hay que sumar los costos incalculables de los cierres, las restricciones de ocupación en restaurantes y otros lugares, la interrupción de la educación ahora y en el futuro, los empleos perdidos por despidos y quienes luchan por pagar el alquiler y las hipotecas o pierden sus hogares. El impacto económico de no vacunarse es altísimo.
Estando en un pico importante de contagios y muertes por covid-19, en algunos países las medidas se han endurecido. Muchos empleadores, universidades, teatros, estadios deportivos y otros lugares están comenzando a insistir en que sus trabajadores, estudiantes y público sean vacunados. Así también hay iniciativas pro vacuna que exigen que quien no se quiera vacunar pague más por el seguro de vida y de salud; que se sometan a pruebas con frecuencia y que ellos asuman el costo de la prueba; que paguen más para cubrir los costos adicionales de limpiar y desinfectar a fondo los lugares que puedan infectar en hoteles, vuelos o cruceros, entre otros.
Delta Airlines anunció en agosto que a partir de noviembre cobrará a sus empleados no vacunados hasta $200 al mes más por el seguro médico, y también limitará la cantidad de días de enfermedad que los empleados no vacunados pueden tomar si contraen covid-19.
El covid-19 es una epidemia de todos, estamos en un momento en el que la decisión de vacunarse es, literalmente, de vida o muerte. Vacúnese, por los suyos, por los míos y por todos.
El covid-19 es una epidemia de todos, estamos en un momento en el que la decisión de vacunarse es, literalmente, de vida o muerte. Vacúnese, por los suyos, por los míos y por todos.