“ESTAMOS EN LOS NIVELES MÁS BAJOS DE NUESTRA ESCALA CREDITICIA”
Moody's considera que la recompra de bonos, técnicamente es un incumplimiento del pago de la deuda porque están comprando con descuento.
Jaime Reusche, vicepresidente de Créditos de Moody's, explica que El Salvador está solo abajo de Venezuela y Argentina en calificación de riesgo; mientras que considera que la medida de recompra de los bonos 2023 y 2025 sería un incumplimiento de pago.
¿Puede seguir bajando la calificación del país, si no se encuentra alguna solución para financiar la deuda pública?
La verdad que ya estamos a un nivel de calificación bastante bajo; se redujo la calificación el año pasado a nivel de Caa1 y este año también en mayo, se redujo dos peldaños más a Caa3. Estamos ya en los niveles más bajos de nuestra escala crediticia donde solo quedan dos peldaños más, y desde nuestro punto de vista esto ya no habla sobre el riesgo, sino lo que están hablando es sobre la cantidad de pérdidas que se podría esperar si es que se diese un incumplimiento. Entonces nuevos cambios a la calificación, sería más que nada para calibrar nuestra expectativa de pérdidas a los inversionistas, no tanto de tratar de comunicar el riesgo, eso prácticamente ya está incorporado dentro de este nivel de la calificación que es uno de los más bajos.
En el último informe que presentaron después de que se anunció la recompra de deuda, mencionaban que esta medida era un “incumplimiento según sus términos”, me podría explicar ¿porqué?
En nuestro punto de vista si es que esta operación se llega a dar, porque nuevamente todavía queda la duda, no se ha puesto una fecha específica cuando se va a dar la recompra... Si se lleva a cabo la operación, entonces sí, efectivamente podría considerarse un incumplimiento. Lo hemos visto en casos anteriores, donde soberanos, tratan de recomprar una deuda antes de que se venza, pero se está recomprando a tasas por debajo del par y por eso esto implica un cierto nivel de pérdida; los tenedores de bonos que no están siendo reintegrados al 100 %.
Una de las condiciones que ayuda a determinar si es que se genera un evento de incumplimiento, es si la operación de la que se está hablando tiene el propósito de evitar un incumplimiento; en otras palabras, ¿si no se diese la operación caería el país en incumplimiento? Es una pregunta abierta, a la cual es muy difícil tener una respuesta fehaciente, pero es un análisis cualitativo que tendremos que hacer en su momento una vez que se lleve a cabo la operación. Por el momento, con la información que tenemos todo parece indicar que sí sería un evento de incumplimiento.
¿A pesar de que se compre casi al 90 % del precio?
Tal cual, se está generando un descuento donde se da una suerte de pérdida y nuevamente está la pregunta que tenemos que hacernos con apreciación cualitativa: ¿si no se diese esta operación llegarían a caer en incumplimiento? y por el nivel tan bajo de la calificación nuestra apreciación es que en algún momento u otro se iba a dar, ya sea en el bono 2023 o 2025.
Esta operación, lo que hace es que lo
trata de prorrogar.
¿Cómo podría obtener más fondos el país para pagar la totalidad de los bonos, si las fuentes están cerradas?
Sí, un poco apretadas. Es muy difícil colocar un bono nuevo en los mercados de capital global, pero siempre existe la posibilidad de recurrir a fondos dentro del país. Se pueden levantar fondos desde el sector financiero del país emitiendo bonos internos.
Por otro lado, el Gobierno tiene un cierto nivel de depósitos de tesorería para dar liquidez en sus operaciones del día a día, esos depósitos estimamos que están alrededor de $300 millones, se podría utilizar algo de esos recursos también para pagar esos bonos, pero nuevamente no está del todo, claro. Dónde están las fuentes y de dónde van a sacar todos estos recursos, porque el gobierno no ha sido muy claro, en cuanto a cuál es su plan luego de la operación de recompra, sino que nos hemos quedado un poco en tinieblas.