El presidente de Paraguay respondió a sectores que exigen una baja en el precio de combustibles que el precio no depende de su voluntad.

dijo que la situación de los combustibles no depende de la “voluntad de un presidente”, ante los reclamos de distintos gremios de transportadores de carga y de pasajeros que cumplieron ayer la cuarta jornada de protestas para presionar por una rebaja en los precios.

“Ellos tienen que entender que esta cuestión del combustible no depende lastimosamente de la voluntad de un presidente, depende lastimosamente de costos, que son costos que están en el mercado internacional y nosotros lo que hacemos es que tratamos de comprar de la mejor manera”, alegó el jefe de Estado.

Durante una visita al departamento de Itapúa (sur), fronterizo con Argentina, Abdo Benítez se refirió a la demanda de los conductores de rebajar 1.500 guaraníes (0,22 dólares) al litro de la gasolina de 93 octanos y del diésel tipo III, los de mayor consumo en el país.

El mandatario reiteró que Petróleos Paraguayos (Petropar) aún posee un inventario adquirido a un precio mayor y que aseguró no pueden comercializar por debajo del costo, ya que supondría un “daño patrimonial” a la estatal.

“Tenemos que vender todo lo que tenemos, comprar más barato y trasladar esa disminución de precio al consumidor final”, explicó el presidente, quien se inclinó por una rebaja a partir de las nuevas cotizaciones internacionales de los combustibles y no mediante un subsidio financiado a través de impuestos.

Al referirse a la situación con los transportistas, el ministro del Interior, Federico González, dijo a la radio ABC Cardinal que sus exigencias “son simplemente imposibles de alcanzar”.

González, quien encabeza las conversaciones del Ejecutivo con los sectores en conflicto, confesó que el Gobierno no está “en condiciones” de reducir 1.500 guaraníes. “La última oferta que le hicimos —se mantiene— es de 700 guaraníes (0,10 dólares) por litro”, agregó el funcionario.

Los conductores, entre ellos de transporte de carga, de servicios privados de pasajeros y repartidores, permanecían ayer en distintos puntos del país a la espera de una respuesta oficial y han amenazado con “sitiar” la capital paraguaya.

Las protestas dejan al menos cinco heridos, entre ellos tres policías.