Putín jura continuar los ataques
El presidente ruso descartó dar marcha atrás a la guerra comenzada contra Ucrania. La exhumación de cadáveres permitió a Ucrania encontrar los indicios.
l presidente ruso, Vladimir Putin, juró ayer que proseguirá su guerra en Ucrania pese a la última contraofensiva de las tropas de Kiev y advirtió que Moscú pudiera incrementar sus ataques si las fuerzas ucranianas atacan plantas eléctricas y otras obras de infraestructura en Rusia.
Hablando con reporteros el viernes tras participar en Uzbekistán en una cumbre de la Organización Shanghái de Cooperación, Putin dijo que la “liberación” de la región oriental ucraniana de Donbás seguía siendo el principal objetivo militar de Rusia y que él no ve necesidad de cambiarlo. “No tenemos apuro”, aseguró el presidente ruso y añadió que Rusia solamente ha desplegado a soldados voluntarios para pelear en Ucrania.
Rusia se vio obligada a replegar sus fuerzas de grandes secciones del noroeste de Ucrania la semana pasada, luego de una fuerte contraofensiva ucraniana.
La operación de Ucrania para recuperar el control de varias ciudades ocupadas por Rusia marcó el mayor revés para las fuerzas rusas desde que tuvieron que retirarse de zonas cercanas a la capital a inicios de la guerra.
A una pregunta sobre la contraofensiva ucraniana, dijo: “Veremos cómo se desarrolla y cómo termina”.
Afirmó que Ucrania ha intentado lanzar ataques “cerca de nuestras instalaciones nucleares, nuestras plantas nucleares” en Rusia y prometió que hará “todo lo posible para prevenir un giro negativo de los acontecimientos”.
Einiciaron ayer la exhumación de cadáveres de un sitio con numerosas tumbas en un bosque recapturado a las fuerzas rusas y dijeron que algunos mostraban señales de tortura.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, declaró que el sitio era una muestra de “a lo que ha llevado la ocupación rusa”.
El sitio, que según la policía tiene 445 tumbas, fue descubierto cerca de Izium tras la rápida contraofensiva de las fuerzas ucranianas que liberó la ciudad noroccidental y otras zonas de la región de Járkiv, rompiendo el impasse militar en una guerra que dura ya casi siete meses.
Al exhumar los primeros cuerpos, el jefe de la fiscalía de Járkiv, Oleksandr Filchakov, dijo que algunos tenían las manos atadas a la espalda y sogas alrededor del cuello.