ESCANEO DE HORIZONTES
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El nebuloso y fluctuante contexto internacional condiciona y profundiza las adversidades internas. ¿Por qué? Porque los problemas globales (inflación, cambio climático, crimen organizado, guerras, epidemias, etcétera) ponen contra las cuerdas a la economía nacional y familiar. Por ejemplo, de aumentar más las tasas de interés y entrar Estados Unidos en recesión, El Salvador dispondría de menos divisas porque disminuirían las exportaciones y se desaceleraría el flujo de remesas (recuérdese que la economía cuscatleca está dolarizada).
La dura realidad nacional se refleja en los miles de compatriotas que siguen emigrando, lo cual significa que la familia y sociedad cuscatleca continúan desintegrándose. Este fenómeno socioeconómico ayuda a explicar que un alto porcentaje de jóvenes salvadoreños haya dejado de asociar su proyecto de vida con el futuro de su país. Conviene, por tanto, prestarle la atención debida al desarraigo y la pérdida del sentido de pertenencia.
Ante un mundo tan retador, el Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina hace un interesante aporte para que diferentes sectores y actores reformulen el concepto de desarrollo en el siglo XXI file:///c:/users/lic.%20gochez/downloads/pnudargent--es_explorando-futuros-final%20(1).pdf ¿Cómo lo hace? Enfocándose en comprender el futuro, proponer soluciones y potenciar su escala. Se trata de explorar y anticiparse a posibles cambios y tendencias, generando conocimiento. Un método utilizado para ello se llama “escaneo de horizontes”.
¿En qué consiste dicho método? Es un análisis de señales de cambio, particularmente aquellas en estadios de señal débil y emergente. Este método reúne información y datos sobre distintas señales de cambio para analizar sus posibles impactos. Con esto se busca conocer las características de las fuerzas de cambio y entender su comportamiento. Se trata de construir proyecciones y elaborar escenarios con base en evidencia sobre posibles fuerzas de cambio que se encuentran en fases tempranas de desarrollo.
Hoy día, la incertidumbre se encuentra en un nivel sin precedentes, lo que hace que gobernar sea extremadamente difícil. Pero como responsables de la formulación y aplicación de políticas públicas, es esencial que los gobernantes comprendan el futuro y tengan la capacidad de acordar e implementar medidas en beneficio de las presentes y futuras generaciones.
La dificultad que ahora enfrentan los tomadores de decisión es tener todas las señales a la vista y no saber qué hacer con dicha información. O como dijera Helen Keller “la única peor cosa que estar ciego, es tener vista y no visión”. De ahí la relevancia del pensamiento prospectivo (mirar hacia adelante). El “escaneo de horizontes” es una herramienta que ayuda a detectar potenciales causas de lo incierto, prepararse para los cambios y capitalizar las oportunidades.
El “escaneo de horizontes” consta de cinco pasos: (1) Explorar o sea buscar evidencias e ideas sobre qué caminos puede tomar el futuro y qué alternativas se pueden vislumbrar hoy. (2) Definir los ejes sobre los cuales habrá que trabajar. (3) Agrupar la información en función de los tópicos que marcan tendencia o señales de cambio, identificando puntos de conexión entre ellas. (4) Precisar los hallazgos. (5) Construir escenarios (describir cambios posibles e identificar cuál es el más probable de que ocurra, qué lo provocaría y su impacto).
Reflexión: el espinoso contexto externo e interno confirma la conveniencia de que los líderes sectoriales, territoriales e institucionales desarrollen la capacidad de pensar en el futuro y de planificar, predecir, prever, generar sinergias y encontrar soluciones viables. En síntesis, la crisis múltiple que vivimos exige que la toma de decisiones sea basada en evidencia y sustento técnico. Este punto es clave para que El Salvador sea capaz de adaptarse a los cambios y progresar.
La dura realidad nacional se refleja en los miles de compatriotas que siguen emigrando, lo cual significa que la familia y sociedad cuscatleca continúan desintegrándose.