LAS MUJERES Y NIÑAS ESTAMOS LEJOS DE ALCANZAR LA INDEPENDENCIA
Cuando hablamos de independencia, ser parte de un imaginario de libertad y autonomía en la vida de todas aquellas personas que habitan este país. A 201 años de la “Independencia Patria” en El Salvador, pensar en libertad, autonomía o paz es un privilegio, que en realidad solo es permitido para algunas personas salvadoreñas.
Para las mujeres, a pesar de que somos más del 50 % de la población, se nos ha negado la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos, se nos ha quitado la posibilidad de poder transitar por las calles con libertad y ni hablemos de la posibilidad de expresar nuestras ideas. Silenciaron las voces de mujeres críticas. Entonces, se nos impide a las mujeres y niñas poder soñar que vivimos en una patria libre, independiente y soberana.
En la realidad de El Salvador, en lugar de crear políticas públicas dirigidas a la construcción de proyectos de vida que garanticen ciudadanas totalmente autónomas,
Patria construida lo que vemos es la construcción
sobre tierras que de un discurso familista, reforzando los estereotipos
esconden genocidios, y roles de género. Como feministas siempre
historias que hemos buscado la esperanza en la niñez salvadoreña,
pretenden borrar la creemos que solo las y los niños pueden construir una
memoria de un sociedad justa, igualitaria y democrática.
pueblo saqueado,
Sin embargo, en El Salvador se están recreando las
donde nos prácticas del pasado, donde los derechos de las mujeres
arrebataron a miles estaban limitados, sin acceso a participar en política con
de personas criterio propio, perseguidas y juzgadas por anhelar o
salvadoreñas. defender sus derechos.
¿Esto es una verdadera independencia? Desde el 1 de mayo de 2021, la independencia o separación de poderes del Estado va encaminada a los intereses de un pequeño grupo, y no a los de la mayoría de ciudadanos salvadoreños.
La conmemoración patria del 15 de septiembre debería de dar la pauta para reflexionar, si queremos continuar viviendo con miedo, sin poder escribir nuestra postura ante cualquier tema y no temer que nos van a silenciar con un régimen de excepción, con una reforma de ley o con una comisión especial para perseguir a la sociedad civil organizada.
Patria construida sobre tierras que esconden genocidios, historias que pretenden borrar la memoria de un pueblo saqueado, donde nos arrebataron a miles de personas salvadoreñas. Unas tierras que han gestado vida sobre cadáveres que nunca han obtenido justicia.
Tierras que han protegido feminicidas, violadores y acosadores, pero tierras sobre las que hemos nacido, luchado y organizado por una vida digna. No creemos en la obligación de defender una patria que cada día expulsa miles de salvadoreños por falta de oportunidades, pero sí creemos, en la construcción de una sociedad digna para las mujeres y niñas que día a día entregamos, nuestra fuerza, nuestros sueños y esperanzas de un país libre con equidad y derechos a expresarnos en todos los espacios posibles.
La defensa de derechos, la búsqueda de libertad, paz y autonomía no debería ser una utopía, sino la realidad para las personas que habitamos estas tierras. En estos 201 años de “independencia” debería ser un día para escuchar la inversión en el sistema público de educación a planes, políticas, innovación en los centros escolares, no pinturas sobre paredes que albergan niñez con hambre, llanto y cicatrices de dolor que les deja un régimen de excepción que secuestra a sus familias inocentes por vivir en zonas marginales por las desigualdades sociales.
La verdadera independencia se gesta con el respeto a los principios básicos de la democracia, no silenciando, ni persiguiendo, ni arrebatando la voz por la fuerza de la oposición política, mucho menos silenciando a las mujeres que con justa razón salen a buscar a sus familiares desaparecidos por la falta de seguridad o por el régimen de excepción.