Ambientalistas piden respetar rechazo a mina Cerro Blanco
Ambientalistas le han solicitado al Gobierno de El Salvador establecer un diálogo con su par de Guatemala para enfrentar los posibles impactos del proyecto minero en el río Lempa.
El rechazo de la población a las operaciones mineras en Asunción Mita (en el departamento de Jutiapa, Guatemala) ha reabierto el debate sobre la necesidad de acuerdos entre Guatemala y El Salvador para garantizar la preservación de las aguas compartidas entre ambas naciones y que alimentan al lago Güija y al río Lempa, en El Salvador.
Ayer, algunos ambientalistas salvadoreños instaron a la alcaldía de Asunción Mita y al presidente de ese país, Alejandro Giammattei, a respetar el rechazo a la instalación de operaciones a cielo abierto en la mina Cerro Blanco que, advierten, contaminaría el río Lempa.
El domingo 18 de septiembre, más de 8 mil 500 personas rechazaron el proyecto en una consulta municipal que buscaba dar el aval o no a la instalación y operación de proyectos de minería metálica en cualquiera de sus modalidades en la zona.
En la consulta, establecida en el artículo 64 del Código Municipal guatemalteco, participaron un total de 8mil 503 personas de un padrón electoral de 30 mil 465.
La municipalidad contabilizó 13 votos en blanco, 105 votos nulos, 904 personas votaron porque sí se permita la instalación del proyecto y 7 mil 481 rechazaron a través de su voto la implementación del mismo.
La mina guatemalteca Cerro Blanco está ubicada a 14 kilómetros de El Salvador, en el municipio de Asunción Mita, en el guatemalteco departamento de Jutiapa. El río Ostúa colinda con el lago Güija y el río Angue de Metapán, cuyos cuerpos de agua desembocan en el río Lempa, que recibiría las descargas tóxicas emanadas de ese proyecto minero, aseguran expertos en medioambiente.
Luis González, director de Incidencia de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), señaló que esperan que las autoridades del vecino país garanticen medidas que cumplan la voluntad de la población de Asunción Mita de rechazar el proyecto, porque esto detiene las afectaciones en el medio ambiente que causaría la explotación minera en El Salvador. En el país, la minería metálica está prohibida por ley.
“Es fundamental para la población salvadoreña el hecho de que se haya detenido este proyecto minero en este momento por la consulta pública. La consulta ha sido en contra de la minería, ahora es la municipalidad quien debe implementar ade
“Si se hace minería y se utilizan elementos como cianuro, los sistemas de monitoreo estarán preparados para detectar cambios en las concentraciones de la calidad del agua del río”.
Jorge Castaneda,
PRESIDENTE DE LA ASA.
cuadamente lo que fue expresado por la gente, así como generar las condiciones para no otorgar permisos a esta empresa”, dijo González.
Nelly Rivera, integrante de la Asociación de Mujeres Ambientalistas (AMAES), solicitó una vez más al Gobierno salvadoreño buscar el diálogo con sus homólogos de Guatemala “para llegar a acuerdos que garanticen fronteras libres de minería, protección de las cuencas compartidas” en que involucren a la población.
Un estudio elaborado por Steve Emerman, docente de la Universidad de Utah y experto en valoración de impacto ambiental de proyectos mineros, reveló que los residuos que produzca la mina terminarán en el Güija.
El 18 de agosto pasado, Cidia Cortez, representante de AMAES, explicó que los análisis de Emerman indican que los desechos mineros serán compactados en una torre de 175 metros en un método denominado "aguas arriba" y estos desechos podrán salir a la superficie si ocurre un terremoto.
El estudio también señala que en la torre donde la empresa pretende colocar los desechos mineros pueden ocurrir deslizamientos por el cambio climático. Esto incrementaría las posibilidades de afectar la vida en los pueblos cercanos a Cerro Blanco. Además de que la torre seguiría produciendo drenajes ácidos de la mina y este se escurriría a través de las quebradas que tributan al río Ostúa y al lago de Güija.
El presidente de la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), Jorge Castaneda, indicó que la entidad, encargada de la gestión de recursos hídricos en el país creó una comisión de aguas internacionales que está trabajando con cooperantes internacionales para mejorar la gestión de la cuenca del río Lempa para observar la calidad de agua y los daños de la actividad minera en países vecinos.
“Es fundamental para la población el hecho de que se haya detenido este proyecto minero por la contaminación en las aguas transfronterizas, El Salvador es aguadependiente”. Luis González, DIRECTOR DE INCIDENCIA UNES.
“Seguimos pidiendo que el Gobierno salvadoreño promueva el diálogo con Guatemala para llegar a acuerdos que garanticen fronteras libres de minería, protección de las cuencas”. Nelly River, MIEMBRO DE AMAES.