“El riesgo de una recesión mundial aumenta”: BM
El multilateral resaltó la necesidad de aplicar políticas para frenar la inflación sin agravar el riesgo de una recesión a nivel mundial.
“El crecimiento mundial se está desacelerando de manera abrupta, y es probable que se produzca una mayor desaceleración a medida que más países entren en recesión”.
David Malpass, PRESIDENTE DEL GRUPO BANCO MUNDIAL.
El aumento simultáneo en las tasas de interés para responder a la inflación podría llevar poco a poco hacia una recesión mundial en 2023, según un reciente estudio del Banco Mundial (BM).
El multilateral considera que, si los bancos centrales de todo el mundo siguen subiendo las tasas, también se desencadenaría una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo que les podrían causar daños duraderos.
“El crecimiento mundial se está desacelerando de manera abrupta, y es probable que se produzca una mayor desaceleración a medida que más países entren en recesión. Me preocupa profundamente que estas tendencias persistan, con consecuencias duraderas que son devastadoras para las personas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
De acuerdo con el informe, este año los bancos centrales han subido las tasas de interés con un grado de sincronización no visto en las últimas cinco décadas, una tendencia que probablemente continuará hasta bien entrado el año próximo, sin embargo, el organismo considera que es posible que esta medida y otras medidas de política no sean suficientes para reducir la inflación mundial a los niveles registrados antes de la pandemia.
“Los inversionistas esperan que los bancos centrales aumenten las tasas de política monetaria mundiales hasta casi un 4 % de aquí a 2023, una cifra que representa un aumento de más de 2 puntos porcentuales por sobre el promedio de 2021”, detalló.
Asimismo, se plantea que, “a menos que las disrupciones en el suministro y las presiones del mercado laboral disminuyan, los aumentos de las tasas de interés podrían dejar la tasa de inflación básica mundial (sin incluir la energía) en alrededor del 5 % en 2023, casi el doble del promedio quinquenal antes de la pandemia”.
“Los responsables de formular políticas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo deben estar preparados para gestionar los posibles efectos secundarios del endurecimiento simultáneo de las políticas a nivel mundial”, consideró Ayhan Kose, vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial.
En el estudio se plantea que en las economías avanzadas, los bancos centrales deberían tener presente los efectos secundarios transfronterizos del endurecimiento de la política monetaria. Mientras que, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, deberían reforzar las regulaciones macroprudenciales y crear reservas de divisas.