Los monstruos de Sharon Stone
La actriz confesó el año pasado, que casi pierde la carrera por su fuerte activismo contra el sida, que por ahora, está en pausa por el tumor que le fue encontrado. “Destruyó mi carrera. No trabajé durante ocho años. Me dijeron que si volvía a hablar de c
ecir o escuchar Sharon Stone es sinónimo de profesionalismo y sensualidad. Para nadie es mentira que Stone es una de las actrices más respetadas por su trayectoria dentro y fuera de la gran pantalla; y que por su fuerte activismo por diferentes causas, ha tenido algunos problemas en su carrera. Stone contó esta situación, durante una entrevista en el Festival de Cine del Mar Rojo, que se celebró en Arabia Saudita. Su decisión de apoyar amfar, una organización fundada por Elizabeth Taylor dedicada a recaudar fondos para la investigación del VIH/SIDA, supuso una amenaza para su trabajo. Esta decisión le significó vetos y amenazas, pero no se arrepiente de haberlo hecho. “Destruyó mi carrera. No trabajé durante ocho años. Me dijeron que si volvía a hablar de condones se eliminarían los fondos. Me amenazaron de muerte en varias ocasiones y decidí que tenía que seguir adelante”, confesó a People.
“No tenía idea de la resistencia, la crueldad, del odio y de la opresión a los que nos enfrentaríamos. Me quedé durante 25 años hasta que tuvimos anuncios de tratamientos contra el sida en la TV igual que habíamos tenido de aspirinas”, expresó.
DSUS PROPIOS MONSTRUOS
Simultáneamente a su lucha contra el VIH, desde el año pasado, la actriz de 64 años de edad, afronta su más reciente lucha personal, esta vez contra un tumor fibroide diagnosticado después de un resultado erróneo. Sobre esto, Stone no se quedó callada e hizo pública esta situación haciendo uso de Instagram. “Otro diagnóstico erróneo y otro procedimiento incorrecto. Y con doble epidural. Después de que me empeorase el dolor, decidí pedir una segunda opinión: Tengo un gran tumor fibroide que debe extirparse. Señoras, en particular, no se dejen engañar. Busquen una segunda opinión, puede salvarles la vida”, escribió ante sus millones de seguidores.
Pero esta no es la primera vez que a Stone, la salud y la vida la ponen a prueba. En sus memorias publicadas en el 2021, “The Beauty of Living Twice”, habla de cómo a los 14 años, domando un caballo, se enganchó con un cordel de la ropa. “Tenía el cuello abierto, mojado y desgarrado de una oreja a otra”, escribió sobre el incidente que le dejó como recuerdo una cicatriz en el cuello.
Luego, a los 18 años de edad, sufrió una hemorragia tras abortar. “Estaba sangrando y mucho peor de lo que debería haber sido, pero era un secreto y no tenía a nadie a quien contarlo”. Se quedó en su habitación, sangrando durante días.
Años más tarde, en los ochenta, mientras grababa “King Solomon’s Mines” en Zimbabue, comenzó a sangrar por lo que ella cree que pudo haber sido un aborto espontáneo. “No había medicamentos, nada para detener o amortiguar el sangrado, no había médicos con tiempo para mí. Había demasiados hombres, mujeres y niños que morían trágicamente: en camillas, en el suelo, en todas las habitaciones, entrando a raudales por las puertas. Todo el mundo estaba terriblemente enfermo, agonizando, sufriendo y gritando de dolor”, detalla en su libro.
Por si eso fuera poco, en 2001, sufrió un derrame cerebral del que, dijo que leyó después, tenía un 1% de posibilidades de recuperarse y que la llevó a estar nueve horas en el quirófano.
En sus memorias, también aborda el abuso sexual al que fue sometida por su abuelo materno, cuya muerte, cuando ella tenía 14 años, supuso una liberación. “Nuestra madre luego nos dijo que no conocía el comportamiento perverso de su padre con nosotras. Nos dijo que lo sentía muchísimo. Lo odiaba”, dijo la actriz que tuvo su debut en el cine llegó de la mano de Woody Allen, en 1980
“Stardust Memories”.
Sharon Stone