Un nuevo fármaco podría aliviar
taca la importancia de que sea variado.
Destaca que “la comida entra por los ojos” y que, en este sentido, el ser humano siente una especial atracción por los colores.
“No es lo mismo sentarse delante de un plato de comida donde todo es marrón, que verse ante un plato repleto de colores vivos como el verde, el naranja, el amarillo, el rojo o el morado”, comenta.
“Por eso, a la hora de pensar en mi plato de comida, intento que haya algo verde, algo naranja y algo de otro color vistoso, como el rojo o el amarillo”, explica.
También es importante que haya variedad en las texturas de los alimentos, ya que “si todo lo que ingieres fuera cremoso, o blando, o aceitoso, o líquido, unas horas después necesitarás picotear galletas o comidas crujientes, algo sólido que relaje tu mandíbula al masticar, que te llene y te sacie”, según Kindelán.
CUANTA MÁS VARIEDAD, MEJOR
Si por el contrario, todo lo que comes es muy seco, más tarde buscarás tomar yogures, mantequillas, helados o zumos, es decir alimentos líquidos y cremosos, al buscar algo que contrarreste la sequedad de los alimentos ingeridos anteriormente, puntualiza.
“Si el menú incluye estímulos para los distintos sentidos, lo más probable es que durante las siguientes horas uno se sienta satisfecho y no sufra picos de hambre o de sed”, añade.
Kindelán recomienda dar variedad de colorido y de texturas cada día a la alimentación, “jugando mentalmente a combinar colores y pintar un cuadro con cada plato de comida”.
Sugiere combinar el naranja de las verduras de raíz y de tierra, (zanahoria, calabaza, camotes), con el blanco de los bulbos (nabo, hinojo, cebollas, ajos, coliflor, puerros) y el verde de las verduras (calabacín, brócoli, espárragos, guisantes, judías verdes, aguacates y hierbas aromáticas).
También conviene incluir en el menú diario los colores rojo y morado de los tomates, la remolacha, la col morada y los pimientos; los colores rosado, beige y tostado de las semillas, cereales en grano, carnes magras y pescados; el dorado de los aceites de calidad, así como la diversidad multicolor en las frutas de temporada, señala la experta.
“Debes variar las texturas: si empiezas con una sopa o una crema, puedes compensarlo con un segundo plato que sea crujiente y esté aderezado con un buen aliño”, sugiere.
“Combinar al menos tres colores en un plato usando ingredientes básicos es fácil, sobre todo si se recurre a los vegetales de temporada, llenos de vitaminas antioxidantes”, explica a EFE.
“Las proteínas, los hidratos y las grasas de calidad, preparados de formas muy sencillas, aportan el resto de texturas y sabores que completarían un plato ideal. Mantener esta idea en la cabeza, tanto al cocinar en casa, como al comer fuera, simplifica mucho la elección del menú”, según Kindelán.
“Cuando comemos platos equilibrados desdeunpuntodevistanutricional,yqueademás son atractivos para la vista, gusto, olfato y tacto, sentimos una gran satisfacción y bienestar a todos los niveles”, recalca.
Kindelán recomienda aplicar la “variedad y la digestibilidad” en desayunos, almuerzos y cenas, aunque sea incluyendo representaciones pequeñas de colores, texturas y sabores.
Si alguna vez no es posible hacerlo en todas las comidas, hay que procurar que la variedad esté presente en el conjunto del día, pero sobre todo en la comida de medio día, según apunta.
“La norma debe adaptarse a las necesidades de cada persona, eligiendo alimentos y combinaciones que además de aportar nutrientes de calidad y energía, sean fáciles de digerir” añade.
el dolor de la artritis en las manos
Se estima que más del 40% de las personas desarrollarán osteoartritis (OA) a lo largo de su vida, y es muy frecuente que esta patología reumática afecte a las manos provocando dolor y discapacidad a los pacientes, ya que en la actualidad no se dispone de tratamientos modificadores de la enfermedad que consigan aliviar eficazmente los síntomas o frenen la deformidad y la rigidez de las articulaciones. Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford puede cambiar esta situación y abrir una vía de esperanza para estas personas, ya que ha mostrado que el medicamento talarozol, que se sabe que incrementa el ácido retinoico, ha sido capaz de prevenir la osteoartritis en modelos animales de la enfermedad.
“Cuando comemos platos equilibrados desde un punto de vista nutricional, y que además son atractivos para la vista, gusto, olfato y tacto, sentimos una gran satisfacción y bienestar a todos los niveles”