Denuncian que reo fue torturado
Murió el 4 de enero, según el IML por tuberculosis y gastritis, pero tenía golpes en todo el cuerpo, dijo familia.
amiliares de Kevin Ernesto Peraza Navas, de 27 años, detenido en mayo del año pasado durante el régimen de excepción, y fallecido el pasado 4 de enero, denunciaron que el joven habría sido torturado al momento de su captura y en el centro penitenciario de Usulután donde estaba recluido.
De acuerdo con la familia, Kevin fue arrestado el pasado 18 de mayo de 2022 a las 8 de la mañana en la finca Buenos Aires, en el cantón Las Cruces, en Chalchuapa, Santa Ana, donde laboraba desde hacía cuatro años.
“A él (Kevin) lo capturaron cuando trabajaba en los cultivos, llegaron (policías) y lo arrestaron junto con varios jóvenes, sin presentarles una orden o una ficha con antecedentes. Nosotros seguimos la patrulla y vimos cómo se desvió del camino, y hasta diez horas después apareció en la delegación del 911 en Santa Ana, todo golpeado”, expuso la familia.
Tras su arresto, Kevin fue trasladado al penal de Izalco, en Sonsonate, donde permaneció hasta noviembre y después fue trasladado al penal de Usulután. Murió menos de dos meses después de su traslado en el hospital San Pedro de esta ciudad. Su familia afirma que Centros Penales
Fnunca les informó que se encontraba internado en el centro médico. Según la esquela entregada por el Instituto de Medicina, Kevin falleció a consecuencia de una “tuberculosis pulmonar más gastroenteritis crónica más septicemia”; sin embargo, su cuerpo tenía muchos golpes, moretones en el rostro y fracturas en el cráneo y las costillas. Además su familia dice que no padecía de ninguna enfermedad.
“Acá en el cantón donde vivía todos los conocían, trabajador, deportista, amable. De las iglesias lo invitaban a participar en actividades, era el sostén de la familia. Antes de ser capturado le habían prometido incorporarlo al equipo del 11 Lobos de la segunda división de fútbol. No tenía tatuajes, su captura derivó en una injusticia así como su muerte”, manifestó su compañera de vida.
La familia lamentó que a pesar de haber recolectado arraigos que probaban su inocencia, el defensor público se negó a recibirlas y presentarlas durante la audiencia, aseguraron.
Ayer, otro reo que se encontraba recluido en el penal de Apanteos en Santa Ana, Mario Guillermo Benítez, de 55 años, murió en el hospital de Santa Ana.