La Psicología Positiva
Fortalezas humanas
En ese sentido, “una de las propuestas que más se está investigando y promoviendo, debido a los buenos resultados que favorece, es la compasión”, señala. Taibo la define como “la capacidad de percibir y comprender el sufrimiento (propio y ajeno), activando una intención auténtica de eliminarlo o reducirlo, unido al conocimiento de cómo hacer de modo eficaz”. “Saber cuidar del sufrimiento es una de las habilidades más importantes para ser felices”, recalca. La compasión puede incluirse dentro de las 24 fortalezas humanas o “fuentes más
Es una poderosa herramienta para que tanto los individuos como las instituciones, culturas y sociedades, puedan funcionar de modo óptimo y desplegar todo su potencial, y sepan cómo prevenir la psicopatología y otros problemas, según el psicólogo Iago Taibo Corsanego. potentes de Felicidad Sostenible”, consideradas con frecuencia como la columna vertebral de la Psicología Positiva, según especifica este experto en esta rama.
Explica que esto está conectado con lo que Aristóteles enmarcaba dentro del concepto de “eudaimonia”, consistente en la felicidad obtenida al poner en marcha nuestras virtudes personales.
La fortaleza humana que más se correlaciona con la felicidad es la gratitud, recalca.
Como ejercicio para practicarla, recomienda “justo antes de irnos a dormir anotar al menos tres cosas de ese día por las que nos sintamos agradecidos. Pueden ser cosas sencillas, como haber saboreado un café durante unos minutos, la sonrisa de mi amigo cuando nos vio llegar o el papel que tiramos a la basura porque se le cayó a otra persona sin darse cuenta”.
El sentido del humor es otra de las fuentes de la felicidad sostenible, y en general está bastante infrautilizada, según Taibo.
Para aplicarlo en nuestra vida aconseja dedicar un tiempo cada día a generar sonrisas y risas a nuestros seres queridos, “seleccionando y compartiendo los mejores chistes, recordando las anécdotas más divertidas que vivimos juntos o haciéndonos fotos con caras raras…”, por ejemplo.
Taibo considera que la mayoría adoramos que nos hagan reír y hacer reír a los demás, pero la vergüenza, las presiones sociales o los excesos de otro tipos de estimulación, hacen que usemos esta fortaleza mucho menos de lo que queremos.
Por último, sostiene que el amor por el conocimiento y el aprendizaje es una fortaleza que está debilitándose rápido, y que conviene potenciar.
Para reforzarla sugiere que al llegar de trabajar, dediquemos media hora a aprender a tocar un instrumento o a desarrollar las capacidades que mejoren nuestra vida en todas sus vertientes, en lugar solo “ver una serie televisiva para desconectar”.