ALEMANIA FIRME, CHINA NO RESPONDE, LES DA LA BIENVENIDA
En visita oficial a China, la canciller alemana, Annalena Baerbock, del Partido Verde, dejó clara su postura, antes de viajar declaró que “cualquier cambio en el statu quo” en el estrecho de Taiwán sería inaceptable. A pesar de ello China la acogió amistosamente, la recibió el canciller chino, Qing Gang, que la acompañó a una conferencia de prensa conjunta.
La trataron con alfombra roja, lo que dice mucho de cuánto valora China su relación comercial y diplomática con Alemania. Ambos cancilleres pasaron 6 horas juntos, visita a una fábrica alemana, un viaje en el tren de alta velocidad de Tianjin, sede de la fábrica alemana, a Pekín, almuerzo, conferencia de prensa en la sede del gobierno chino. La canciller alemana también se entrevistó con el vicepresidente chino, Han Zeng, y otros altos oficiales de política exterior china.
La relación fue amable todo el tiempo, a pesar de que la señora Baerbock había precedido su visita con declaraciones fuertes al dejar Berlín sobre “el horror del escenario de una escalada militar en el estrecho de Taiwán”, por el cual circula una porción importante del comercio marítimo mundial cada día. Repitió la canciller que intentaba dejar claro en su visita la visión europea, que ni un cambio en el statu quo ni una escalada militar serían aceptables para la Unión Europea.
En la conferencia de prensa continuó con el mismo tono, después de las cortesías usuales, ambos mostraron por qué se les considera “halcones” en las relaciones chino europeas en sus respectivos países.
La canciller alemana dijo en su discurso que Europa vigila de cerca cuál es el camino que China quiere seguir para lograr su objetivo de convertirse en la gran potencia mundial y que su decisión determinará hasta dónde Europa puede confiar en lazos económicos con la República Popular de China en el futuro. Después de todo, la seguridad económica está en el centro de la muy esperada declaración de intenciones que China ha estado trabajando por más de un año con Alemania, en manos de la señora Baerbock.
El canciller chino, Qin, por su parte, dijo que Taiwán es parte del ambiente de tensión por su visión sobre fuerzas separatistas en China. Tampoco aceptó que se violen derechos humanos de minorías musulmanas. Desafiantemente dijo el canciller que hay patrones estándar sobre derechos humanos y que China no necesita que
Occidente le dé clases sobre ello, la canciller respondió que la Declaración de Derechos Humanos de la ONU y su convención son las que definen los derechos humanos.
También preguntó (la canciller) por qué China no utiliza su influencia sobre Rusia para finalizar la guerra en
Ucrania, a lo que Qin no respondió, pero dijo que no proveerían armas a Rusia.
Poco usual que una canciller enfatizara las relaciones de negocios y la “seguridad económica” tan insistentemente. Además de otras visitas a fábricas alemanas, Mittelstand que fabrica turbinas y el Centro de
Investigación y Desarrollo de Volkswagen, en Pekín. Para ponerlo en contexto, China es el mayor socio comercial de Alemania por séptimo año consecutivo. Alemania depende de China para el abastecimiento de minerales escasos y otros minerales esenciales.
Ella insiste en que no quiere desenchufar a Alemania de China sino eliminar los riesgos por la diversificación de cadenas de suministro para evitar dependencias en bienes críticos como materias primas o medicinas para ejemplo. En su opinión la fuerza del comercio europeo la ponen en situación de fuerza en una relación puramente transaccional con China.
La canciller alemana dijo en su discurso que Europa vigila cuál es el camino que China quiere seguir para lograr su objetivo de convertirse en la gran potencia mundial y que su decisión determinará hasta dónde Europa puede confiar en lazos económicos con China en el futuro.