¿CUÁLES SON LAS MOTIVACIONES DE LA CENSURA AL INFORME FMI?
l informe en el que el Fondo Monetario Internacional resume los resultados de la revisión de la economía salvadoreña permanece bajo reserva, a solicitud del gobierno de GANA. Después de recibir a los economistas de la entidad y permitirles que recopilaran, analizaran y levantaran datos acerca de sus políticas económicas, financieras y cambiarias, la administración consideró inconveniente que esa información sea de dominio público.
Por supuesto, la evaluación debe ser crítica en un sentido que la administración salvadoreña cree contraria a sus intereses, que pasan por retener el control del aparato del Estado, mantener su caudal electoral, la correlación en el parlamento y, como condición sine qua non para esos objetivos, sostener la narrativa de que El Salvador es un éxito, un lugar seguro para invertir y un ejemplo de gestión.
¿Qué tan crítico puede ser el informe? ¿Cuál de los descubrimientos del Fondo Monetario es tan incómodo para el gobierno salvadoreño como para preferir la instalación del mensaje de opacidad ante los inversionistas internacionales?
Hace dos meses, en el mismo comunicado en el que su misión técnica concluyó que la economía salvadoreña creció el año pasado a pesar de las adversidades y reconoció una reducción inédita de la delincuencia, el Fondo recomendaba un ajuste fiscal agresivo que incluyera como mínimo aumentar la tasa de impuestos sobre el consumo y reducir el gasto público. Los únicos caminos para hacerlo, aunque la institución no profundizara entonces al respecto, son a través de la eliminación de escalafones salariales, revisión de remuneraciones y una disminución del empleo público.
Nada de eso tendría que ruborizar al gobierno salvadoreño, que ya hizo públicos sus planes de reescribir el mapa político territorial reduciendo los municipios y por ende enviando al paro
Ea miles de empleados municipales, un desenlace que se vivió en varias instituciones adscritas al Ejecutivo.
Tampoco podría apenarle que se sepa del desbalance presupuestario en términos de deuda: que una cuarta parte del presupuesto estatal 2023 esté asignado para ese efecto es un hecho conocido, así como que $1,100 millones de los $8,900 millones de lo aprobado por los diputados en diciembre son humo, aire, un dinero con el que no se cuenta.
Habiendo tan pocas cartas que revelar, ¿qué ha movido al oficialismo salvadoreño a engrosar el listado del 2 por ciento de países miembros del Fondo Monetario que no publican el informe de país producido por el FMI? Los últimos gobiernos en adoptar una decisión similar fueron el de Tayikistán, donde el presidente Emomali Rahmon ya ganó cinco elecciones sospechosas consecutivamente; Eritrea, al que se considera uno de los países con peor récord de respeto de derechos humanos en el mundo; o el de la marxista leninista República Democrática de Laos. En suma, que no es el mejor modo de promocionar a un país que requiere urgentemente de inversión extranjera, de ingresos y de un salvavidas internacional.
A falta de información sobre los motivos de la censura al informe, cabe decir que los intereses del gobierno en este tema no son los mismos que los del país, y que lo conveniente para el régimen es nocivo para la agenda nacional.
Qué tan crítico puede ser el informe? ¿Cuál de los descubrimientos del Fondo Monetario es tan incómodo para el gobierno salvadoreño como para preferir la instalación del mensaje de opacidad ante los inversionistas internacionales?