TRABAJADORES MARCHARON POR SEPARADO
MOVIMIENTOS MARCHARON CONTRA LA REELECCIÓN Y PARA EXIGIR LIBERTAD DE DETENIDOS. GOBIERNO TAMBIÉN ORGANIZÓ SU MARCHA. EMPLEADOS PÚBLICOS DENUNCIARON PRESIONES.
Cientos de trabajadores salvadoreños llegaron a distintos puntos de San Salvador este 1 de mayo para conmemorar el día internacional del Trabajo, como parte dedos grandes marchas convocadas por grupos críticos del Gobierno y sindicatos afines al oficialismo. Un grupo de sindicalistas afines al Gobierno y empleados públicos se reunió desde tempranas horas de la mañana en el redondel Constitución para marchar hacia la plaza México, donde se encontraron con el ministro de Trabajo, Rolando Castro; mientras una nutrida concentración de organizaciones, sindicatos, víctimas del régimen de excepción y ciudadanos, salieron del Parque Cuscatlán con rumbo a la plaza Barrios, del Centro Histórico de San Salvador. Este último grupo sumó al Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR), 30 organizacioes del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP) y la Confederación Nacional de Trabajadores de El Salvador (CNTS) quienes expresaron su rechazo contra las políticas del Gobierno de Nayib Bukele y su reelección inmediata, al tiempo que exigieron la liberación de los detenidos en el régimen de excepción, un alto a la persecución sindical y un aumento al salario mínimo, que según la ley, debe revisarse cada tres años. El representante del MOVIR, Samuel Ramírez, exigió libertad inmediata para todos los inocentes capturados durante el régimen e instó al gobierno a crear un programa de re inserción laboral para las personas liberadas. “No es justo que la gente esté esperando un año para que sea condenada o liberada y cuando salen, ya no encuentran oportunidades ”, agregó. Según Ramírez, de los más de 68,000 detenidos durante el régimen, al menos 1,000 personas han sido liberadas pero han quedado sin trabajo. La representante del Socorro Jurídico Humanitario, Ingrid Escobar, aseguró que al menos 20,000 personas capturadas en el régimen no tienen vínculos con pandillas, y se trata de trabajadores: jornaleros, agricultores, maestros y obreros, además de unos 20 sindicalistas. “Se trata de un atentado contra la libertad sindical”, afirmó. Sonia Viñerta, representante de la Confederación Nacional de Trabajadores Salvadoreños (CNTS), denunció que el Estado ejerce presión contra sindicalistas valiéndose del régimen de excepción. Exigió la liberación de sindicalistas detenidos, así como el cese a la persecución. El Movimiento de Trabajadores de la Policía Nacional Civil (MTP) denunció, además, la imposición de retenes en distintospuntosdelpaísparaobstaculizarlas protestas contra el Gobierno. El MOVIR
identificó aun grupo de policías y soldados que retuvo a habitantes del Bajo Lempa, así como retenes en Tonacatepeque, Soyapango y Lourdes.
PRESIÓN A EMPLEADOS
En la movilización de colectivos contrariosalgobierno,unamiembrodelsindicato de Trabajadores del Ministerio de Cultura (SITRAMUC) denunció públicamente que hubo presiones de las jefaturas de esa institución para que los empleados asistieran a la marcha oficialista, en lugar de la organizada por la CNTS. Según la fuente, se ofreció un pago doble para quienes asistieran, así como un plato de comida y transporte. “El llamado es para que por un plato de comida, por un día doble, no demos nuestra libertad sindical”, dijo. Esta denuncia coincidió con los testimonios de algunos asistentes al evento progubernamental que mencionaron a LA PRENSA GRÁFICA que tenían alrededor de siete años en que no eran obligados a participar en una marcha. Aunque la mayoría de los participantes de la misma llegaron al punto de concentración en vehículos privados, este medio pudo constatar la presencia en la zona de microbusesinstitucionalesconplacasnacionales del Ministerio de Trabajo. En la movilización afín al oficialismo, los trabajadores y empleados públicos pidieron la aprobación de una ley que beneficie a los que trabajan en el rubro de seguridad,yvitorearonconsignasenfavordela reeleccióndenayibbukele.asimismo,pidieron un incremento al salario mínimo, respeto a la soberanía nacional y la no injerencia de la comunidad internacional. La marcha culminó en la plaza México donde el ministro de Trabajo, Rolando Castro, se hizo presente en representación de Bukele. Luego de su mensaje, en el que arremetió contra Estados Unidos, los empleados públicos abordaron los buses que los llevarían a sus destinos.