Una coronación convertida en evento mundial
La coronación del rey Carlos III y la reina Camila atrajo no solo la atención de audiencias de todo el mundo, sino también a varios jefes de Estado.
Una variopintas elección de artistasmusicales dio ayer ante el castillo de Windsor el contrapunto pop y desenfadado a la solemnidad de la coronación del rey Carlos III, que se celebró en el Reino Unido. El espectáculo, sin excesiva coherencia musical pero vistoso y ligero, reunió a cantantes como Katy Perry con glorias como Lionel Richie y Take That, además de la intervención grabada de personajes de farándula como Tom Cruise o Pierce Brosnan. Organizado por la BBC, con un escenario con forma de Union Jack (la bandera del Reino Unido), el concierto estuvo presidido en el palco de honor por los reyes Carlos III y Camila, acompañados por el heredero de la Corona, el príncipes Guillermo, y otros miembros de la realeza. Precisamente, Guillermo aportó el momento introspectivo al espectáculo, con un breve discurso en el que quiso agradecer a su padre “por 50 años de servicio”, además de recordar a su difunta abuela, Isabel II. “Papá, estamos todos tan orgullosos de ti”, dijo el príncipe de Gales, mientras las cámaras mostraban al monarca junto a su mujer, la reina Camila, así como a la mujer de Guillermo, Catalina, y sus hijos mayores, Jorge y Carlota. Citó a Isabel II al afirmar que “las coronaciones son una declaración de nuestras esperanzas para el futuro”, y se mostró convencido de que “está allá arriba, echándonos un ojo cariñoso. Y sería una madre muy orgullosa”. “Las primeras palabras de mi padre al entrar en la Abadía de Westminster ayer (en la coronación) fueron una promesa de servicio, una promesa de seguir sirviendo.
Porque por más de 50 años, en cada esquina del Reino Unido, de la Commonwealth y del mundo, se ha dedicado a servir a los demás”, dijo Guillermo. Tras mostrar su“orgullo y gratitud” hacia las“millones de personas que sirven, en las fuerzas armadas, en las clases, en hospitales y en las comunidades locales”, se comprometió a “servir a todos: rey, país y Commonwealth”. Los 20.000 asistentes al concierto, elegidos por sorteo, parecían estar pasándolo en grande mientras agitaban sus banderas con la "Union Jack". Los actos de la coronación tendrán hoy su último día, cuando miles de británicos estén llamados a realizar una jornada de voluntariado en lo que ha sido bautizado como La Gran Ayuda.