RAÍCES NÁUTICAS
A fines del siglo XIX naufragó en Punta Remedios, a 12 millas náuticas del puerto de Acajutla, el vapor inglés SS Douglas topado de café salvadoreño rumbo a Hamburgo. Sin Canal de Panamá, había 2 opciones para navegar a Europa. La primera, darle la vuelta al Cabo de Hornos (4 meses aprox), la segunda mulear la carga hasta el lago chapín de Izabal, barcazas en Río Dulce hasta Belice y vapores hasta el Viejo Continente (3 meses aprox). Claro, esto dependía de la carga pues con 19k sacos de café, la única opción era bajar a Chile y tener paaaaciencia...
Entre la tripulación del barco se encontraba su ingeniero, Herr Arnold Gallont (foto anexa), mi futuro bisabuelo quien seguramente, con precisión germana, dirigió la evacuación, pues solo hubo daños materiales que lamentar.
Cuenta la tía Alicita Gallont, querida enciclopedia de la familia, que en lo que Herr Gallont le daba gracias al Creador por haberle salvado la vida (en la Catedral de Sonsonate), le flechó el chacalele una devota muy agraciada llamada Mercedes Sicilia, originaria de Armenia y descendiente del Marqués de Sicilia.
El caso es que, al chilazo (quien sabe cómo pues había barrera lingüística), Herr Arnold y la ña Mercedes contrajeron nupcias en la misma catedral del flechazo. El galán de traje de lino blanco, mismo color de su pelo, de su mostacho y del primoroso vestido bordado de su petit amada.
(Gallont suena francés, y es que el protagonista de esta historia venía de Alsacia, región en constante disputa entre Alemania y Francia. “Como la Isla Conejo que nos peleamos con Honduras”, compara la lorita Pepita).
La fábrica sonsonateca de Gallont Sicilia fue próspera: ¡7 niñas y 3 varones!, siendo mi abuela materna la séptima cría (no había televisión).
Próspera también la fábrica de chibolas que montó Paparnoldo en la Piedra Lisa. Chibolas les decían a las gaseosas pues, antes de la corcholata, las botellas de vidrio se sellaban con canicas.
Los recién casados se establecieron en casa de la suegra, pero cuando nació Arturito Gallont Sicilia, su adorado primogénito, se mudaron a la Piedra Lisa, que hasta la fecha es punto de referencia en Sonsonate pues, en una de sus esquinas, sobresale una laja que escupió el “Faro del Pacífico” en 1881, y sirvió para afilar los machetes de los campesinos en 1932.
La fábrica del bisabuelo, para el deleite de sus nietos sus mejores catadores, acompañó a los Gallont Sicilia en su emigración a San Salvador (1920 calcula la tía enciclopedia). Durante WWII, sucumbió a la modernidad, siendo absorbida por La Constancia, que sigue embotellando marcas líderes de “chibolas” y cervezas.
A principios del siglo XX, Marta Gallont Sicilia (Titalón) se casa con Julio Rivas Bonilla (Papajulio), en la misma catedral del flechazo original, procreando 3 hijos: el tío Neto (QDDG), el tío Julio (QDDG) y mi mamá, quien se casó con Carlos Alfaro Castillo (Calín) en 1957, procreando 3 hijos: mis hermanas Carmen (Carmela en honor de nuestra otra abuela) Beatriz (Bibi) y Calín junior quien salió ordenado, disciplinado, aseado y escritor, igual a su tío abuelo Alberto Rivas Bonilla, autor de Andanzas y Malandanzas, y a su tío Neto Rivas Gallont, creador de Conversaciones con Neto Rivas, el primer blog de El Salvador, farol anticorrupción. “¡Ahorita se diera guuuusto!”, lo extraña la lorita.
Volviendo a mis raíces náuticas, “La Cagada” le dicen los lugareños al SS Douglas pues, la noche sin luna del 10 de febrero de 1890, su capitán la cagó al estrellarse en el arrecife de Los Cóbanos.
Para mí no la cagó, pues de no haber naufragado, “Mamamercedes” jamás hubiese flechado a Paparnoldo, y yo no hubiese pasado de esperma perdido en el espacio.
En memoria de Paparnoldo, al centenario de “La Cagada”, mis primos hermanos Julio Ernesto Rivas Gardiner (QDDG) y Francisco Arnoldo Rivas González (el Cacho) bucearon los hierros retorcidos del Douglas, y con sus propias manos extrajeron una de sus anclas, ahora invaluable altar de nuestras raíces náuticas.
Danke schön, Paparnoldo.