Biden: “No podemos negociar (deuda) bajo amenaza”
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que el próximo 1 de junio EUA podría caer en un impago.
“Podemos debatir dónde recortar, cuánto gastar, hacia dónde mover el sistema impositivo para que todo el mundo pague una parte justa, pero no bajo la amenaza de una suspensión de pagos”.
Joe Biden PRESIDENTE DE EUA
El presidente de estados unidos, Jo ebid en, consideró la semana pasada que su Gobierno y los demócratas no pueden negociar con los republicanos para elevar el techo de deuda del país bajo la amenaza de una suspensión de pagos en el horizonte.
“Podemos debatir dónde recortar, cuánto gastar, hacia dónde mover el sistema impositivo para que todo el mundo pague una parte justa (...), pero no bajo la amenaza de una suspensión de pagos”, dijo Biden en un discurso desde la Casa Blanca.
El presidente celebró los datos dados a conocer el pasado viernes sobre el desempleo, cuya tasa bajó una décima en abril hasta el 3.4%, pero aseguró que “los republicanos MAGA en el Congreso”, en referencia a los legisladores más radicales del partido que siguen al expresidente Donald Trump (2017-2021), están amenazando todo este progreso dejando que el país caiga en una suspensión de pagos de la deuda nacional.
Biden afirmó que las demandas de los conservadores para aumentar el techo de deuda son “completamente” inaceptables.
Estados unidos se asoma a una suspensión de pagos el 1 de junio, si el Partido Demócrata y el Republicano no llegan aun acuerdo para elevar el techo de deuda.
La Cámara de Representantes, de mayoríarepublicana, aprobó el 26 de abril pasado un proyecto de ley para subir el límite de deuda a cambio de amplios recortes en el gasto público, pero los demócratas no quieren condicionar una cosa a la otra y, desde Washington, la Casa Blanca ya ha avisado de que Biden vetará esa iniciativa si acaba llegando al despacho o valen la casa Blanca.
El mandatario acusó a los conservadores de querer convertir el presupuesto de la Administración federal en su rehén para que los demócratas acepten “recortes draconianos”.
El actual techo de deuda es de 31.4 billones de dólares y se alcanzó el 19 de enero. Ese mismo día el Departamento del Tesoro activó “medidas extraordinarias” para pagar las cuentas y estimó que estas permitían continuar hasta el 5 de junio, un plazo ahora adelantado al 1 del próximo mes.
“No somos una nación deudora, pagamos nuestras cuentas y algunas nos sirven para cubrir gran parte de la política exterior”, recordó el presidente.
Biden subrayó que la deuda es algo que la Administración federal ha ido acumulando a lo largo de varios presidentes y Congresos en el pasado.
“La próxima semana voy a reiterar a los líderes del Congreso que tienen que hacer lo que otros Congresos han hecho (en el pasado), que es: aprobar el límite de deuda y evitar la suspensión de pagos”, zanjó.
Muchos analistas avisan de que incurrir en un impago de la deuda podría llevar a Estados Unidos a sufrir una recesión inmediata. Desde la década de los 70, el Congreso estadounidense ha aprobado al menos en 78 ocasiones aumentar o suspender el techo de deuda.
“No podremos seguir cumpliendo con todaslasobligacionesdelgobiernoaprincipios de junio, y posiblemente tan pronto como el 1 de junio, si el Congreso no eleva o suspende el límite de deuda antes de esa fecha”, advierte la responsable de la Hacienda, Janet Yellen, estadounidense en una carta remitida al presidente de la Cámara, Kevin Mccarthy.
En este sentido, Yellen subraya que su estimación se basa en los datos actualmente disponibles, ya que los ingresos y gastos federales son inherentemente variables, y la fecha real en que el Tesoro agotará las medidas extraordinarias establecidas “podría ser varias semanas más tarde que estas estimaciones”.
“Es imposible predecir con certeza la fecha exacta en que el Tesoro no podrá pagar las facturas del Gobierno”, reconoce la economista, aunque, dadas las proyecciones actuales, para la secretaria del Tesoro “es imperativo que el Congreso actúe lo antes posible” de manera que brinde certeza a más largo plazo de que el Gobierno continuará haciendo frente a sus pagos.