LA CLAVE PARA EDUCAR A LOS MEJORES LÍDERES PARA EL FUTURO
¿Cómo será el mundo del trabajo en el futuro? Se vaticina que se dará mayor importancia a los conocimientos y al trabajo bien hecho. Esto lo afirmó recientemente el presidente de General Electric en España y Portugal, Daniel Carreño, en una entrevista: “Antes la riqueza era la tierra, luego lo fue el capital y ahora la verdadera riqueza es el talento”. Carreño advierte que las empresas de todo tamaño tienen el reto de reinventarse bajo la inspiración de tres dinámicas importantes: la digitalización de los procesos productivos, el “internet industrial” y la manufactura avanzada... “Supone poner el contador a cero, porque es un nuevo paradigma, estamos todos empezando. Esto pone al talento en el centro de la ecuación”.
La vertiginosa velocidad a la que está cambiando la forma de hacer negocios después del regreso por el encierro de la pandemia de covid-19 requerirá que las empresas busquen cambiar radicalmente el liderazgo, las políticas de RRHH y la cultura. Si no, morirán lentamente por la pérdida de talentos jóvenes y mujeres preparadas, quienes buscan flexibilidad en todas sus formas (horarios, tiempo, formas de trabajar, conformación de equipos, etcétera) y amplias oportunidades de desarrollarse integralmente en todos sus roles familiares y sociales.
¿Qué competencias, habilidades y conocimientos buscarán las empresas en los jóvenes que vayan a contratar? ¿Cómo vamos a crear capital humano? Ya que todavía tenemos que mejorar la calidad del sistema público educativo, podemos aportar efectivamente a la formación de las próximas generaciones poniendo al centro de la gestión de negocios a las familias de los colaboradores. Esto podría motivar el interés por facilitar el balance entre la familia y el trabajo, considerando que los mejores agentes educativos de valores éticos y de convivencia de los niños y las niñas son sus propias familias. Si los padres y las madres tienen tiempo y energía para sus hijos, las empresas estarían comprometiéndose más eficientemente con prevención de problemas de violencia juvenil.
Efectivamente, la importancia del tema salió a flote especial después de que ocurrió la crisis sanitaria global en la que se tuvo el cierre parcial o total de establecimientos de negocios e industria. Durante el encierro repentino, los hogares se convirtieron simultáneamente en oficina, escuela, hospital, restaurante y residencia de familiares con extraños que no pudieron regresar a sus propios hogares. Se vivió en primera persona la trascendencia y valor de los trabajos de cuidado de los niños, ancianos y enfermos en las casas, así como de la importancia del buen funcionamiento económico de las empresas para el bienestar de las sociedades, indistintamente con su gente afanada en presencial o en remoto.
Recuerdo una anécdota que sucedió cuando hicimos una investigación por un proyecto de la Fundación EMPREPAS (antes de la crisis sanitaria) para editar un libro que recogiera * *
Nunca dejemos de oír nuestras voces interiores, que son las únicas que nos dejan mensajes sobre el devenir que nos espera.
Pongamos toda la atención posible cuando en las aulas de la memoria empiece a sonar un repique de campanas. las acciones dentro de las organizaciones que permitieran instalar una cultura de Responsabilidad Familiar Corporativa. Resultó que, al entrevistar a cada uno de los dirigentes máximos o CEO de las 10 compañías, entre las preguntas que la experta la Dra. Patricia Debeljuh, investigadora argentina de la Escuela de Negocios del IAE, les hacía estaba la siguiente: “¿Cómo devuelven ustedes a los colaboradores a sus familias al final del día, quienes se los han prestado saliendo de sus hogares bañados, desayunados, alegres y deseosos de dar lo mejor? ¿Regresan los empleados motivados y satisfechos? ¿O frustrados, estresados, sin ganas de jugar con sus niños ni platicar con su pareja?” Nunca olvidaré la expresión de sorpresa y admiración de los dirigentes, quienes se sintieron interpelados a trasformar sus organizaciones, que ya eran sensibles a la calidad de vida de sus empleados, pero se les abría un panorama más humano.
Durante todo el proceso de estudio para hacer el libro con la experiencia de facilitar el balance de vida en las 10 empresas salvadoreñas, resultó evidente en las encuestas y entrevistas a los colaboradores que la familia es el núcleo básico de la sociedad y el ente educador de personas. Cualquier fenómeno que ocurre en la familia tiene consecuencias a corto, medio o largo plazo en el ámbito de la vida social. Si la familia encuentra trabas para desarrollarse a plenitud, aumentará el riesgo de que sus miembros no puedan alcanzar el bienestar necesario y de que ello repercuta, tarde o temprano, en elevados costos individuales y sociales (deserción escolar, mala salud, delincuencia juvenil, violencia, miseria moral y material, falta de desarrollo socioeconómico, aumento del uso de alcohol y drogas, contaminación ambiental, soledad, abandono, maltrato de niños y ancianos, sufrimiento y corrupción).
Las empresas tienen que darse cuenta de que el empleado trabaja por su familia, es la primera motivación. Y después de estar ocho, nueve, 10 horas en el trabajo, y pasarse una o dos horas yendo del trabajo a casa o de casa al trabajo, al final del día a cada uno de nosotros nos está esperando la familia. Del tipo que sea, que cada uno elija tener. Tenemos que llegar a casa con las energías suficientes para los hijos, abuelitos, el marido, para quien sea, porque estamos construyendo en las familias el capital humano de país, por eso es un aspecto de la responsabilidad social, porque los futuros empleados o trabajadores de este país se están formando en el seno de las familias y si no aprenden en las familias a ser respetuosos, trabajadores y solidarios, después no lo serán en el mundo del trabajo.
Este novedoso modelo hacia la Responsabilidad Familiar Corporativa permitirá a las empresas impactar en la responsabilidad social interna poniendo como eje primordial a la familia del colaborador, convirtiéndola en un nuevo “stakeholder”. Mayor información en la página web www.emprepas.org.sv